Escribe: Pablo Luna Broggi

 

La quinta fecha de la Liga Villamariense de Fútbol dejó un duelo interzonal lleno de emociones y goles. El partido no fue del todo bien jugado, y el viento y el habitual mal estado del campo de juego, ayudaron bastante a la mediocridad del mismo. Sin embargo, las situaciones de peligro se sucedieron para un lado y otro, dejando un saldo final de 6 goles, que podría haberse ampliado si los atacantes afinaban su puntería.

La propuesta ofensiva de ambos planteles se reflejó en el resultado, más allá de que la imprecisión, los pelotazos y las protestas, fueron los protagonistas principales del partido. 

No obstante, las situaciones de gol aparecieron rápidamente. A los 4 minutos, un fuerte remate de Augusto Sarmiento y una réplica de Facundo Mignola, obligaron a Jacobo Bachaninni a despejar el balón al córner. Pero como dicen: “El remedio fue peor que la enfermedad”, porque de ese mismo tiro de esquina vino el gol gallego. Un preciso centro de Luciano Acosta encontró a Marco Mansilla, que le ganó la posición a su marca, y abrió el marcador sin problemas.

En la primera jugada, el visitante, sin hacer mucho pero demostrando más ímpetu a la hora de atacar, ganaba y encaraba con más tranquilidad el trámite del cotejo. A los 13´casi estira la diferencia, luego de un gran centro cruzado de mitad de cancha de Martino, que dejó solo al 9 villanovense que no pudo definir con comodidad y desperdició una clara chance de aumentar el tanteador.

Luego, cinco minutos después, el uno millonario manoteó un complicado disparo de Nicolás Morello que parecía gol, y a los 29´volvió a salvar a su valla luego de un remate de Facundo Mignola.

Española no era superior futbolísticamente, pero aprovechaba las desatenciones defensivas de su rival y justificaba la diferencia. Mucho más, cuando luego de otro córner se puso 2 a 0.

El centro de Nicolás Morello superó a los defensores albirrojos y encontró solo a Jorge Martino, que con fiereza mandó la pelota al fondo de la red.

En la jugada posterior una corajeada de Gino Tais casi pone el descuento, pero el descanso sorprendió a ambos planteles con una victoria justificada del gallego, más allá de la abultada diferencia. El complemento arrancó con una “bomba” de Richard Brusa que descontó para los “millonarios” y cambió el panorama del partido. Luego del golazo del delantero villamariense, los dirigidos por Bachannini se animaron más y fueron en busca del empate. El 9 casi lo logra a los 15, pero el arquero visitante le ahogó el grito de gol, a él y a Nicolás Rodríguez que remató luego.

River era más, manejaba el balón y presionaba en mitad de cancha. Sin embargo, cuando parecía que iba a marcar el empate, Luciano Acosta desbordó por izquierda, envió el centro y Gino Tais, en su afán por despejar envió el balón al fondo de su propia red y puso el tanteador 3 a 1.

Más allá del infortunio del lateral izquierdo, Daniel Bachannini alentaba a sus dirigidos, porque el juego de su equipo demostraba que el tiempo le era favorable. Y los minutos le dieron la razón.

A los 22, Gaspar Bachannini desbordó por izquierda, envió un pase para Brusa, el “9” la abrió a la derecha para Piovano, y el recién ingresado puso el 3 a 2 y aumentó las esperanzas locales. El ansiado y justo empate llegó en la siguiente jugada, a través de un cabezazo de Richard Brusa que se llevó todos los aplausos y se erigió definitivamente como la figura del partido.

El conjunto de “Pele” Andrada acusó el cimbronazo y desapareció del campo de juego. Los últimos 15 minutos fueron un monólogo de River, que mereció quedarse con la victoria, mostrando actitud y buen juego.

Sobre el final, Maximiliano Tissera y Richard Brusa podrían haber dado vuelta el partido por completo en sendas chances, pero el destino había decretado la igualdad de antemano y no pudieron quebrar la resistencia del arquero visitante.

 

La figura