La preocupación se instaló en las calles del Plan 36 Viviendas de barrio La Floresta, a raíz de la inseguridad reinante en el sector. Por eso, los vecinos se concentrarán esta noche en la esquina de las calles Elba Gabriela Varas Alonso y Luciana Vaudagnotto y esperan la presencia del jefe de la Comisaría de Villa Nueva.
Ayer EL DIARIO dialogó con varios ciudadanos de esa zona. La mayoría no quiso salir públicamente porque temen represalias, pero todos los testimonios recolectados fueron coincidentes.
Uno de los aspectos que surgió en los relatos fue el de la venta de drogas. Aparentemente, una disputa entre dos personas que comercializan estupefacientes llevó la cuestión a delimitar sus lugares a los tiros.
El domingo pasado se registró una riña en calles Varas Alonso y Deán Funes. El miércoles anterior, cerca de las 20, se produjo un tiroteo en Varas Alonso y Luciana Vaudagnotto. Muchos creen que estos episodios están vinculados al tráfico de drogas.
Los vecinos del sector se sienten rehenes de esa situación. “Ahora hace frío, pero se acerca el verano y nuestros hijos andan por la vereda. Es un peligro, porque se han tirado tiros en la calle, delante de todos. Tenemos miedo”, dijo un hombre y varios de los consultados coincidieron.
Otro de los habitantes hizo hincapié en la inseguridad, al haberse dado varios robos en el último mes, en distintas casas.
“Hablé hace un mes con (el comisario, Eduardo) Astesano y me dijo que no tenían móviles. No tengo nada en contra de la Policía, creo que hace lo que puede, pero necesitamos respuestas del Estado. Si no hay móviles, que se los den”, comentó.
Para quienes hablaron con este cronista, la fuerza policial sabe bien quiénes comercializan drogas.
Los frentistas temen salir con nombre y apellido porque sospechan que sus hijos sean blancos de represalias por difundir lo que están padeciendo.
“Que roben una bicicleta o garrafas vaya y pase, pero ahora hubo dos situaciones muy graves. Es por eso que necesitamos advertir lo que nos pasa”, señaló un ciudadano.
“Estando nuestros hijos afuera no podemos tolerarlo. Si esto continúa, en el verano vamos a estar en serios problemas. Estamos poniendo en riesgo la vida de nuestros chicos”, añadió.
Una mujer subrayó que a la hora en que se produjo uno de los hechos (alrededor de las 20), muchos vienen de trabajar. “Podemos quedar en medio de las balas”, se quejó.
También se hizo referencia a que no es sólo un problema de este sector, sino de todos los habitantes de barrios aledaños, como La Reserva o Jardín del Golf, porque utilizan algunas de sus arterias como acceso.