Un grupo de vecinos del barrio Las Playas se mostró preocupado por lo que consideran que puede convertirse en poco tiempo más en un basural a cielo abierto si la Municipalidad no toma pronto cartas en el asunto y arbitra los medios para que no se sigan tirando residuos en un terreno baldío de unos 50 por 50 metros, ubicado en la calle Costa Rica, entre Victorino de la Plaza y Jorge Newbery.
Se trata de un terreno en el que hasta hace poco se extraía tierra destinada a los cortaderos de ladrillo, por lo que el terreno, según afirman los propios habitantes del sector, estaba limplio y los chicos del barrio jugaban en él.
“Lo único que había era un desnivel producido por la extracción de tierra”, explicó Esther, las de las vecinas, a un cronista de EL DIARIO.
“Pero desde hace unos 15 días apareció un camión amarillo sin patente, arrojando principalmente ramas, troncos y desperdicios de ese tipo”, detalló la mujer “convirtiendo en poco tiempo, el lugar, que estaba limpio, en una basural al que los chicos ya no pueden ir más”, agregó.
Los vecinos apuntaron, además, que, aunque el camión en cuestión no tiene señales identificatorias ni dominio “lo maneja un empleado municipal al que todos conocemos. Entonces, no nos queda otra que suponer que es la propia Municipalidad la que está tirando la basura ahí”, dijeron sin ocultar la indignación.
Para que no queden dudas al respecto, los mismos habitantes del sector, tomaron fotografías del camión volcador en el momento preciso en que arrojaba la basura en el terreno.
“Tenemos realmente miedo que el terreno se llene de alimanias, ratas y cuando empiecen las lluvias, agua y mosquitos. Y un lugar en el que antes iban a jugar los chicos se termine convirtiendo en un verdadero foco infeccioso”, explicó Esther, con preocupación.
“Y eso que a pocas cuadras de allí, en el predio del Ferrocarril, hay un lugar especial destinado a arrojar basura, que, creemos, fue destinado por la propia Municipalidad”, agregó otro vecino.
Un mal ejemplo que cunde
Pero los problemas de los vecinos de la calle Costa Rica no terminan con el camión amarillo, sin patente. El pasado domingo, apareció en el terreno un Rastrojero azul que también descargó basura. En este caso, papeles, trapos, ropa vieja, puertas rotas... “todo tipo de basura”, explicaron los vecinos.
“Nos preocupa que otra gente, como en este caso la persona del Rastrojero, siga el ejemplo del camión y en poco tiempo el terreno se convierta en un basural a cielo abierto”, expresó enfáticamente Esther.
“Por más que nosotros salgamos a decir y a tomar fotos y a denunciarlo, creemos que la Municipalidad debe intervenir, hacer algo, para impedir que se siga arrojando basura en ese lugar. Que vuelvan a limpiar el terreno para que los chicos puedan volver a jugar ahí, como lo hacían antes”, dijeron los vecinos.
El reclamo queda hecho. Ahora sólo resta esperar que quien tenga que oírlo se haga cargo y brinde la solución que los vecinos de la calle Costa Rica, entre Victorino de la Plaza y Jorge Newbery merecen.
Un problema cultural
No obstante, la cuestión de la basura es, a no dudarlo, un problema cultural que afecta a todos y atraviesa todas las clases sociales y todos los barrios de la ciudad. Así lo demuestran las cientos de fotografías que podríamos tomar a diario en cualquier calle: ocho de cada diez villamarienses arrojan descuidadamente papeles, chicles, cáscaras, botellas de plásticos, latas de cerveza en cualquier lugar. ¿Y los cestos de basura? Bien, gracias.