La comisario Patricia Sosa, a cargo de la Comisaría de Distrito local, de la cual depende la Comisaría de la Mujer, el Menor y la Familia (que está al frente de María Rantica), reveló ayer que hay tres denuncias de violencia familiar por día en la Policía, y consideró que el número “es muy elevado”. “Son tres denuncias diarias sólo de vecinos radicados en Villa María, no de la región, lo que es preocupante”, expresó al ser entrevistada por EL DIARIO.
La funcionaria destacó que en muchos casos sólo son exposiciones, esto es, las víctimas dan a conocer la situación y buscan ayuda, pero no llegan a denunciar.
En gran parte de los hechos el jefe de familia es el agresor. “Son pocas las mujeres victimarias. En la mayoría de los casos se observa que la agresión proviene del hombre jefe de familia y también existen denuncias contra los hijos. Sí, de progenitores que acusan a sus hijos mayores de edad”, expresó.
La última circunstancia había sido revelada por EL DIARIO el año pasado, haciéndose eco del dramático fenómeno que comenzó a experimentar los Tribunales locales.
Sosa subrayó que los hijos que maltratan, ya sea verbalmente o psicológicamente, a sus padres, suelen tener problemas de adicción a las drogas.

Exclusiones

Hay muchas exclusiones del hogar de los presuntos victimarios, reveló. Esto sucede como máximo a 48 horas de conocida la situación en la Justicia. “Siempre trabajamos de manera inmediata. El tribunal se encarga de excluir y esto se da en la gran mayoría de los casos”.
La funcionaria explicó que cualquier vecino puede acudir a la Policía a informar de un hecho de violencia, por más que no sea la víctima, “aunque el trámite no es tan rápido”.
“A veces, (las prohibiciones de acercarse al hogar) no son tan efectivas porque las parejas se reconcilian y la mujer, por ejemplo, levanta la denuncia contra el hombre, presunto agresor”, advirtió.
El proceso que lleva a denunciar es extenso. “Generalmente (los damnificados) son personas sumisas y existe temor a ir a la Policía o a la Justicia”.
Una característica casi común es que los hombres accionan violentamente contra sus mujeres; en pocas ocasiones lo hacen contra sus hijos.
“Hay diversos motivos que llevan a la violencia. El rasgo en común de los agresores es la necesidad de dominar y controlar todo. A veces también se da por celos”, manifestó la funcionaria.