Señor director:
Hago pública esta preocupación que vengo advirtiendo en mi programa radial porque urge que lo conozcan todos los habitantes de nuestra ciudad y región y para que las autoridades a quienes compete tan delicado problema adopten los recaudos que correspondan para solucionarlo sin demoras.
Se trata de la equívoca, cuando no inexistente, atención a los pedidos telefónicos al 101 (policía de la Provincia) y al 147 (atención al vecino) que es de la órbita municipal.
Lo he comprobado reiteradamente y lo he compartido con diversas personas para corroborarlo.
Suele ocurrir que los llamados desde celulares de algunas empresas como Movistar y también a veces desde un teléfono fijo al 101 -que supuestamente debería responder alguien de la Departamental General San Martín- suelen ir a parar a alguna otra población o, en algunos casos, nadie responde, como ocurrió el sábado 30 de agosto a las 20.30. Por haberse activado una alarma de la calle Santa Fe al 200 y en ausencia de sus habitantes llamé al 101, me respondieron “Policía, buenas tardes” y puse al tanto lo que ocurría. Nadie concurrió, sino después de un nuevo llamado 55 minutos más tarde a un teléfono de línea de Comunicaciones de la Departamental. Según el superior de turno, no registraban ningún llamado como el reclamado y justificó el hecho como que “suele ocurrir” y me informó que momentos antes “un llamado desde el barrio San Nicolás saltó en la comisaría de Marcos Juárez”.
Cuando acudió un móvil con dos efectivos, una señora vecina contó que el día anterior estuvo en el cementerio de Ballesteros y cuando advirtieron faltantes de placas, floreros y otros elementos metálicos quisieron comunicarse con el 101 y... ¡contestó la Policía de Ticino!
Días atrás, según pudo saberse, ocurrió algo parecido con un llamado de emergencia a Bomberos de otra localidad y en cambio habría sonado en el cuartel de Villa María. Por lo expresado, es una situación que potencia el ya crítico panorama de inseguridad reinante.
¿Estamos en Buenos Aires?
La ironía viene a cuento de que también desde algunas líneas celulares al llamar al 147 que es “Atención al vecino” tras llamar largamente tiene alguna de estas posibles respuestas en castellano y, luego, en inglés: 1) En este momento están todas las líneas ocupadas; 2) Que llame y no conteste nadie y 3) ¡Aquí lo insólito!: “Gracias por llamar al 147 el servicio de atención telefónica del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires”.
Espero que el señor jefe de la Departamental General San Martín, comisario inspector Rodolfo González, y el señor intendente municipal Eduardo Accastello arbitren las medidas para restablecer la tranquilidad y la seguridad resolviendo esta inequidad y los graves peligros a los que estamos expuestos y padecemos los ciudadanos de esta bendita ciudad. Quedo a su entera disposición.
Héctor Cavagliato
DNI 6.586.794
Desde el BAUEN
Compañeros de Villa María:
Hoy miércoles 10 de septiembre venció el plazo impuesto por el Juzgado a cargo de la jueza Paula Hualde, para que los trabajadores de la Cooperativa BAUEN dejemos las instalaciones del inmueble donde trabajamos desde hace 11 años. ¿Cómo pensamos responder a ello? Trabajando, como hicimos siempre...
Frente a una nueva orden de desalojo, los trabajadores del BAUEN continuamos con las puertas abiertas a la comunidad. Además, vamos a estar desde mañana (por hoy) realizando una radio abierta frente al hotel, donde recibiremos el apoyo de organizaciones sociales, diputados nacionales, legisladores y todo aquel que quiera acercarse a apoyar este proceso de autogestión.
Agradeceríamos que lo hagan saber por si hay gente de Villa María y cordobeses que anden por acá y se quieran hacer presentes.
Creemos que avanzará el proyecto de ley de expropiación que se encuentra en el Congreso de la Nación, pero por las dudas...
No queremos que nos regalen nada, simplemente entendimos que más allá de los puestos de trabajo estamos defendiendo patrimonio público (el hotel BAUEN fue construido entre 1977 y 1978 con dinero público otorgado por la dictadura cívico militar a los empresarios. Ese dinero nunca fue devuelto al Estado y en 2001, los mismos empresarios que recibieron esos fondos, provocaron el cierre del hotel y son los mismos que reclaman por el desalojo).
Trabajadores del BAUEN en lucha