Exactamente a las 12.37 de ayer, René Zabala, el secretario general de  la Unión de Policías y Penitenciarios de Argentina de Córdoba (UPPAC), salió en libertad de la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno de Villa María, en donde se tramita la causa que lo tiene imputado por “privación ilegítima de la libertad” a raíz de la reunión celebrada con otros policías en la sede del bar Mar Gut el 28 de junio pasado.

El pronunciamiento de la jueza de Control, Edith Lezama, quien consideró que el acusado no representa peligrosidad procesal, le abrió las puertas al dirigente tras pasar dos meses y medio en la cárcel por decisión del fiscal Gustavo Atienza.

Ni bien abandonó la Fiscalía recibió el aplauso de familiares y compañeros y aseguró que fue un preso político. Luego, sostuvo que el fiscal “fue engañado por ministros” y la Jefatura de la Policía de la Provincia de Córdoba.

Cuando EL DIARIO le consultó por qué el acusador público mantenía entonces la imputación, Zabala aclaró que la causa está en pleno proceso de investigación y que deberá avanzar en ese sentido. En ese marco, afirmó que no privó a nadie de la libertad, como se le endilga, y le enrostró precisamente ese delito a Luis Gerbino, el exjefe de la Departamental General San Martín, recientemente fuera de su cargo por licencia previa a la jubilación. “Mintió Gerbino y sufrió presiones del Comando Superior Policial para hacer esta fabricación. No privé a nadie de la libertad, él sí, a más de 15 compañeros que los encerró en la cocina del bar en planta alta”.

“No cometimos ningún tipo de desmán ni contravención. Fuimos respetuosos de Gerbino, fuimos (a la Comisaría) por medios propios y después nos encontramos con que supuestamente quisimos dar vuelta un móvil y que insultamos a un jefe”, cuestionó.

Zabala confirmó que la Jefatura de la Departamental había sido notificada de la reunión en Mar Gut, tal cual lo habían hecho (según sus palabras) en las diferentes localidades en las que llevaban a cabo encuentros. Negó que en Villa María se haya hablado de política u otras cuestiones: sólo -dijo- se refirieron a los alcances del fallo que reconoció la personería jurídica al gremio que encabeza.

Como contracara, señaló que “irrumpieron ilegalmente en una reunión, salieron con el ardid de que nos invitaban a una reunión con autoridades policiales y de pronto hubo 28 detenidos injustamente en un Estado de derecho”.

Zabala estimó que Gerbino deberá dar en su momento “explicaciones de esta conspiración y confabulación que hizo, que me provocó dos meses y medio en la cárcel”, y denunció que “el señor fiscal fue engañado por los ministros” y los jefes policiales.

El gobernador fue el otro blanco de sus palabras. “Cuando vemos que (José Manuel de la Sota) hace recorridos televisivos por Buenos Aires y dice que sintió miedo cuando luchaba por la democracia, encontramos una contradicción, ya que es ahora él quien sale a perseguirnos en pleno Estado de derecho. Pobre mi país si tenemos un presidente de estas características”, arremetió.

También analizó que el mandatario “se jacta de ser respetuoso de la Justicia”, pero no reconoce “un fallo que legalmente” acepta al sindicato que representa.

En sus declaraciones de ayer pidió reiteradas veces que el gobernador los reciba y aseveró que no están “gestando paros, no estamos gestando huelgas, buscamos el acercamiento con la sociedad que él mismo se encargó” de resentir.

“El policía mismo es parte de la sociedad y tiene las mismas necesidades. Si la comunidad quedó sensible por el paro del 3 y 4 de diciembre, hay un sólo responsable y es el gobernador, que no supo escuchar, entender ni recibirnos”, manifestó.

“La sociedad necesita un policía con acercamiento, insertado en el Estado democrático, darle la confianza que se ha perdido desde hace mucho tiempo, revertir aquello que nos duele muchísimo cuando se dice llamamos a un policía y nos roba más que el ladrón. Lo ha generado este mismo Gobierno de hace 12 años, que viene nombrando distintas conducciones policiales imperito en el arte de conducir, negligente en el ejercicio de sus cargos”, disparó.

“De la Sota no es el patrón del policía, sino la sociedad, que con sus esfuerzos, con sus tributos y aportes nos da el sueldo a nosotros”.

Cuando un periodista le preguntó por qué el mandatario no aceptaba la conformación de un sindicato, respondió: “Afectamos grandes intereses económicos, tendremos participación en la partida presupuestaria de seguridad, sabemos que hay un ingreso de un millón y medio de pesos diarios en retención de adicionales y no sabemos a dónde va, no sabemos a dónde van las cuentas especiales de la repartición”. 

“Con esta personería jurídica tendríamos participación para saber, hacer auditorías, ser administradores del gasto de ese erario público”, ahondó.

Tras confiar que en prisión se refugió en la Biblia y en la fuerza que le brindaron familiares y compañeros, adelantó que la prioridad es presentar amparos para que los demás imputados retornen a sus actividades de policías. Ayer fijó domicilio ante el fiscal y se comprometió a avisar cualquier cambio de residencia, así como a presentarse una vez a la semana ante tribunales de Córdoba.

En tanto, su abogado Luis Obregón anticipó que entre martes y miércoles próximos presentarán una denuncia contra Gerbino y dijo aguardar que Atienza defina la situación procesal de los demás imputados (si sobresee o no), para poder luego presentar las respectivas denuncias.