A través de un comunicado remitido a nuestro medio, el secretario de Gobierno y Descentralización Territorial, Javier Suppo, salió al cruce del dirigente sindical Jesús Chirino, que días atrás se había expresado en nuestro medio sobre la precarización  laboral en la comuna local.

A continuación, se reproduce la misiva redactada por el funcionario bajo el título “Miente, miente que algo quedará”.

“Una vez más, el empleado municipal y dirigente político Jesús Alberto Chirino, como ya nos tiene acostumbrado, miente por intermedio de la prensa, a los trabajadores y a la sociedad en sí,  haciendo referencia a un supuesto gremio, UTEM, que no  existe como  tal, ya que no  está reconocido por el Ministerio de Trabajo de la Nación,  lo único que tienen es un  número de expediente, que cualquier trabajador con poco esfuerzo puede lograr. Pero  de ninguna manera ha sido reconocido, menos aún posee personería gremial, y cualquier otro fuero que pueda desprenderse de tal condición.

Que haciendo un breve recorrido histórico de las actividades, tanto partidarias como  gremiales de Chirino, cabe recordarle que cuando  él era secretario privado de una de las secretarías más influyentes del municipio, en  la Intendencia de su partido, la Unión Cívica Radical (UCR), época aquella en la que más se vulneraron los derechos de los trabajadores, léase despidos, descuentos,  suspensiones y paros permanentes, lejos estuvo de alzar su voz en defensa de sus compañeros, más bien calló y aplaudió las medidas adoptadas por quienes les dieron estabilidad laboral, por un simple decreto Nº 653 y sin  concursar para adquirir tal condición, mecanismo que hoy critica.

No  sólo  hay  que hablar de democracia y derechos humanos por los medios, sino también hay que demostrarlo por su propio accionar.  

Esto viene a colación de que Chirinio, al no poder acceder a la Secretaría General del  SUOEM, decidió desafiliarse  y acto seguido se afilió a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), al  cual  por lo visto no pertenece más.

Evidentemente, el fin de Chirino es pretender obtener  fueros para así poder tener licencias y beneficios gremiales que a la fecha no posee, utilizando a los empleados municipales para priorizar sus intereses particulares y políticos en su propio beneficio.

No sólo hay que parecerlo, sino también serlo”.