Escaso movimiento. Los camiones, que históricamente invadieron el cemento de la ruta pesada, ya son recuerdo, a pesar de que hasta hace pocas horas circulaban en demasía por esta vía.
A la mayoría de los vecinos el nuevo panorama les genera tranquilidad. La funesta costumbre nacional de dejar vidas en las rutas siempre preocupó a quienes residen sobre esta arteria.
“Ya se notó la merma. Se han visto muy pocos camiones. Me da tranquilidad, todos buscamos seguridad vial”, dice Ramón, un vecino de La Rioja y Porfirio Seppey a EL DIARIO, en la soleada mañana de ayer.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aterrizó en Villa María el jueves a la tarde y el corte de cintas cumplió el sueño de 400 familias que esperaban su hogar desde hace años. También, y con la presencia del gobernador Juan Schiaretti, habilitó el tramo de la autopista que va de esta localidad a Ballesteros.
Así, comenzó a “barrer” con el tránsito pesado que siempre preocupó a gran parte de la población.
En la víspera, la ruta (Intendente Maciel - Porfirio Seppey) presentaba un panorama, por momentos, desolador.
Matías, playero de la tradicional estación de servicios Esso situada sobre esta vía y Buenos Aires fue contundente: “Se notó demasiado la merma en la circulación. Pasaron menos camiones. A este ritmo, en una semana no pasa más nadie”.
“Camiones no se ven. Autos sí, pero de la gente de la zona, y hay pocos turistas”, resumió al ser abordado por este cronista.
Silva Ruiz, de una gomería situada a pocas cuadras de allí, coincidió: “El tránsito fue menor a lo habitual”. Y acto seguido advirtió: “A nosotros no nos preocupa, porque no trabajamos con la ruta sino con los habitantes de la ciudad. Y el que necesita de la gomería va a ingresar a la Villa”.
Luego analizó que la autopista genera mayor seguridad vial, por lo que su opinión es positiva.
Gustavo Salusso, de la Petrobras ubicada a la salida por ruta nacional 158, también concordó con otros testimonios. “Hay menor circulación, sobre todo” de rodados de gran porte.
No obstante, dijo que por la estratégica ubicación de la estación de servicio, “tenemos trabajo igual”.
La caída en el tránsito también se debió “al fin de la temporada de turismo de verano”, consideró el hombre.
La otra característica de la ruta hoy es la ausencia de prostíbulos (ver recuadro).

@Qué pasó en el España - Alvear

El recorrido de EL DIARIO también incluyó el bulevar España - Alvear, para saber qué impacto tuvo la apertura del tramo Villa María- Ballesteros.
A diferencia de lo que se registró en “la pesada”, acá no lo han notado tanto.
Elba, del Hotel Antares, remarcó que “ayer (por el viernes) pasó mucha gente”. Y aclaró: “La clientela ha caído por la crisis, es algo que se observa de manera acentuada”.
Desde otro hotel, en este caso el San Remo, Alberto Saine indicó que aún no se notó el efecto autopista, pero estimó que el próximo verano se va a sentir mucho. Aclaró que el fin de esta temporada estival ocasiona menor movimiento, por lo que no puede discernir si la caída está vinculada al nuevo tramo de la citada carretera.
“Esto es progreso, pero a mí, debo decirlo, me perjudica”, admitió.
Por otro lado, en el Restaurante Lupo contaron que no están preocupados porque “trabajamos en gran medida con los villamarienses, no con los que están de paso”.
“Según comenta la gente, casi no pasan camiones; nosotros esperamos que los autos sigan circulando”, señaló Rubén Griego.
El playero Federico, del Automóvil Club Argentino, sostuvo que “el movimiento es similar al de todos los días”.
“Como empleado, no estoy preocupado y creo que no nos va a afectar. Camiones, por lo general, no pasan muchos por acá”, explicó.