Todos conocemos a personas y compañías que fueron víctimas de alguna falla de seguridad en la web. Para operar sin riesgo con posibles inversores -o para cualquiera de tus actividades como usuario- conviene tomar algunos recaudos.
Y un elemento que juega siempre un papel fundamental es la contraseña. Hay contraseñas tan malas que no necesitan de fallos de seguridad; ellas solas significan un riesgo.
Resulta sorprendente la cantidad de personas que usa contraseñas muy fáciles de descifrar como “password”, “12345”, su número de documento o fechas importantes, como su cumpleaños. A todo eso hay que evitarlo siempre. No es difícil tener contraseñas que sean seguras y que se puedan recordar.
Eso sí, no se debe usar la misma contraseña en todos lados. Obviamente, si se usa una contraseña simple de adivinar y, además, se la coloca en todos los servicios de Internet, los datos van a estar en peligro una vez que alguien la descifre.
Para que todas las contraseñas sean distintas, pero se pueda recordar dónde va cada una, se puede usar el nombre del servicio en la fórmula personalizada. Por ejemplo, digamos que se va a crear una cuenta en Yahoo para usar el correo electrónico. Entonces, se puede definir que la contraseña para este sitio incluya algo que la identifique, como la primera y la última letra (que sería “yo”) o sólo las vocales (que sería “aoo”) y completar estás letras con el resto de la fórmula secreta.
Y, además, una contraseña segura debe incluir todo tipo de caracteres y una forma de hacerlo es convertir ciertas letras a números que tengan una forma similar. Por ejemplo, si la frase fuera “YoQuieroUsarYAHOO” como contraseña, para hacerla más segura se pueden introducir números cambiando ciertas letras: “Y0Qu13R0Us4rY4H00”.