Escribe Daniel Cerutti
Universitario supo fijar un nuevo contexto de juego en el segundo tiempo y con una labor funcional más positiva dio vuelta el marcador en un partido difícil y exigente al máximo, que en el primer parcial favoreció a Sportivo Playosa, tanto en nivel de actuación como en el marcador.
Con mayor dinámica y predisposición ofensiva por parte de la “U” se desarrollaron los primeros momentos: una desinteligencia entre Bustos y Garetto (a los 2’) motivó la entrada franca de Barbuio que desperdició el remate definitivo. El dueño de casa tuvo una oportunidad favorable sobre los 10’, cuando un tiro libre de Menegotto fue bien controlado por Mellano.
Todo esto en lineamiento de juego desprovisto de claridad y panorama en ambos conjuntos, sin conformar estilo asociado ni con perspectivas de llegar a un análisis más lúcido en el desempeño general. Chocobares y Truglio fijaron preeminencia en los pasajes iniciales, pero hallaron escasa respuesta en los atacantes Barbuio y Barengo, bien marcados por la defensa “alba”, donde Bustos y Ciancio permanecieron bien ubicados y expeditivos en el despeje.
Luego de varios minutos en que no se produjeron intentos favorables frente a los marcos, a los 23’, en jugada bien estructurada desde el mediocampo, José Aimar cedió en profundidad para Arce, quien superó en velocidad a Jacobi y cuando le salió Mellano, con categoría elevó el esférico sobre la cabeza del arquero, marcando la apertura para Playosa, que hasta ese entonces no había formulado un esquema de juego ni la fortaleza suficiente para mandar en el marcador.
A partir de allí el local se basó en los desplazamientos de Acosta y el despliegue de Menegotto, generando preocupación en la retaguardia “académica”, que no hizo pie cuando los delanteros locales exigieron su gestión. Arce se perdió otra excelente posibilidad similar a la de la conquista, esta vez remató deficientemente y siendo tapado por la buena cobertura de Mellano.
En la parte final Playosa estableció superioridad; las réplicas visitantes fueron esporádicas y sólo se basaron en algunos lanzamientos con pelota detenida, buscando la proyección aérea de Jacobi y Truglio, pero la labor ordenada de la defensa playosense impidió todo intento serio por parte del huésped.
Playosa fijó supremacía en el medio campo, con mejor traslado y orientación en dichos momentos y generando mejores intentos en el área visitante. Por ello mereció la ventaja parcial; Universitario comenzó prometiendo mucho, pero fue declinando su performance con el desarrollo de la brega.
En el segundo período, con el viento favorable, desde un principio Universitario presionó sobre las posiciones defensivas del local, exhibiendo la movilidad de Barbuio, más la proyección de Prato y Domínguez. A los 5’, en buena jugada por sector izquierdo, Truglio desbordó y lanzó un centro que cruzó toda el área y entrando por derecha Prato conectó un soberbio disparo de volea que derrotó sin atenuantes a Garetto, convirtiendo un golazo y marcando la igualdad.
Tres minutos después el árbitro Aldecoa sancionó una falta a cinco metros del área playosense y el tiro libre efectuado por Matías Barbuio se incrustó contra el palo izquierdo de Garetto, fijando el segundo para la “U” y sorprendiendo a un Playosa que pareció desde el inicio de la etapa complementaria desubicado y sin firmeza en la labor defensiva.
Indudablemente, Sportivo sintió el esfuerzo físico y la ausencia obligada de Servetti en la generación de juego y en el segundo parcial fue sometido a un duro asedio por parte de un equipo que supo modificar el rumbo del cotejo.
Las réplicas del elenco local fueron muy esporádicas, sus ofensivos no encontraron la fórmula para superar a una oposición cada vez más firme, donde Chocobares y Truglio crecieron en su estándar de juego dando seguridad al andar del visitante. En las instancias finales Playosa intentó por medio de José Aimar y Menegotto, sus valores más destacados, la opción que posibilite la igualdad, pero la búsqueda fue infructuosa, con avances carentes de claridad y profundidad. La expulsión de Bustos disminuyó aún más las perspectivas de los dirigidos por la dupla Boulique-Maidana por evolucionar, quitándole un arma defensiva de buen desempeño en todo el encuentro.
Universitario se dedicó a controlar el dominio del esférico, aspecto favorecido por la superioridad numérica, mientras que los de “Casa Blanca” tornaron casi imposible su búsqueda, por alteraciones en su andar ofensivo que le impidieron vulnerar a una defensa bien parada y sólida en su proceder.
En el concepto integral, quizás las cifras fueron generosas con Universitario. Por su tarea en la etapa inicial, Playosa pudo merecer la igualdad. Tal es así que en el curso del partido las opciones de gol estuvieron repartidas; por ello, un empate hubiera sido la expresión más objetiva de lo conformado por ambos rivales en la gélida tarde playosense.
La figura
Truglio y Menegotto
Fueron valores destacados en las instancias favorables de sus respectivos equipos. Factores de equilibrio en la generación de juego y positivos en la comunicación entre mediocampistas y atacantes. Se prodigaron en todo el desarrollo del partido.
El árbitro
Claudio Aldecoa
Regular cometido. Demasiada tendencia a cortar el desarrollo del juego. Debió expulsar a Jacobi por infracción violenta como último hombre, tal como ocurrió certeramente con Bustos, éste por doble amonestación.