Un conocido abogado de Oliva comenzó a ser juzgado ayer en la Cámara del Crimen de Villa María, imputado como presunto coautor de “usurpación”, por un hecho ocurrido hace casi cuatro años en aquella ciudad.
Se trata de Mariano José Ludueña, de 44 años de edad, a quien se le atribuye haber intervenido en la apropiación ilegal de una vivienda perteneciente a la madre de un cliente suyo, quien también fue procesado por el mismo delito, aunque no comparece en este juicio porque oportunamente solicitó una “probation”.
De acuerdo con la acusación, Ludueña y Raúl Pedro Quinteros, un tornero jubilado de 62 años de edad, usurparon la casa que ocupaba la madre del segundo, Matilda Faustina Osse, de 88, y echaron al sobrino de la anciana, Daniel Eduardo Fiori, que también vivía en el lugar.
El hecho se produjo el 8 de noviembre de 2010 luego de que Quinteros viajara desde Buenos Aires, donde está radicado, internara a su progenitora en un geriátrico y desalojara a Fiori. En esas circunstancias, el sobrino de Osse llamó a la Policía y el hijo de la octogenaria hizo lo propio con el abogado olivense.
Fue entonces cuando se produjo el incidente que derivó en la imputación de Quinteros y Ludueña, e incluso Fiori se constituyó en la causa como querellante particular, con el patrocinio del letrado cordobés Tomás Aramayo.
Ante el planteo de “probation” requerido por Quinteros, sólo Ludueña llegó a juicio, con la particularidad que no sólo debió sentarse en el banquillo de los acusados, sino también en el estrado de la Defensa, ya que se representa legalmente a sí mismo.
El proceso oral y público es presidido por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y cuenta con la participación del fiscal Francisco Márquez y de la secretaria Marcela Mattalía, además del ya mencionado representante de la Querella.
En la audiencia de debate de la víspera, Ludueña prestó declaración, aunque se remitió a lo que ya había expuesto en Instrucción, y posteriormente se receptó un solo testimonio.
Para hoy está previsto que comparezcan otros cuatro testigos y más tarde se escucharán los alegatos de las partes y se dictará la sentencia correspondiente.