La Organización de las Naciones Unidas (ONU) admitió formalmente la denuncia realizada por el abogado corralense Víctor Barbero, detenido tras la pueblada en Corral de Bustos en la cárcel de Villa María.
Cabe recordar que en diciembre de 2006, se realizó una movilización de repudio tras el crimen de la pequeña Ariana Zabache, asesinada por la pareja de su madre y un cómplice.
Tras la movilización, la sede de los Tribunales de esa población se incendió, aunque nunca se pudo comprobar a ciencia cierta quién o quiénes fueron los autores de ese hecho.
Pese a la falta de certezas, detuvieron en una primera etapa a unos 40 vecinos, que con el avance de la causa fueron liberando.
Uno de los que está preso en esta etapa desde septiembre de 2011 (estuvo detenido antes por la misma causa y fue liberado) es el abogado Víctor Barbero, quien elevó el reclamo al organismo internacional.
El abogado fundamentó su presentación ante la ONU señalando que en su caso se ha violado “la libertad de expresión” ya que lo sancionan porque en ocasión de la pueblada a viva voz planteó: “¡¡Qué pasó con el abuso deshonesto del 2 de noviembre! ¡Qué pasó con el secuestro de los menores!”.
Agrega que estas manifestaciones “no incitan a quemar, romper ni nada que se le parezca”. Sumado a esta prueba citada por el abogado detenido, agrega que hay en la causa “204 testigos que declararon diciendo que no instigué a provocar incendio alguno”.
Cabe señalar que fue condenado por el delito de instigación a cumplir una pena de siete años de prisión, condena que fue apelada, por lo que se considera como un preso político, dado que no hay sentencia firme.
“En septiembre de 2011, en la Cámara del Crimen de Bell Ville, fui detenido cuando ejercía mi propia defensa a pesar del artículo 17 de la Ley Provincial Nº 5805, donde se establece que ‘en el desempeño de su profesión, el abogado está equiparado a los magistrados en cuanto al respeto y consideración que debe guardársele’´. Sin embargo, fui tratado sin respeto ni consideración, siendo aprehendido innecesariamente en un lugar de trabajo, sin sentencia firme y conducido esposado”.
Barbero lleva reclamando el carácter político de su detención. Ya tiene un dictamen favorable de la Procuración General de la Nación, pero sigue preso. Aguarda ahora que se expida el organismo de derechos humanos de la ONU.