La Farándula, ciertamente, no inicia con los primeros acordes musicales explorando las dimensiones semicerradas del Anfiteatro, sino mucho antes. En los meses de gestación del proyecto, en los sucesivos días de ensayos y sobre todo en la tradicional y bullanguera previa que convocan los alumnos a la vera del Ctalamochita, horas antes del show.
Un río de negro y amarillo dirigiéndose hacia el coloso de cemento, como todos los años, se plasma como una típica postal primaveral en la ciudad.
Este año, la temática que coronó al evento masivo rondaba en la celebración de los 110 años de la Biblioteca Bernardino Rivadavia, institución madre que nuclea a todos los niveles educativos.
El espectáculo, que comenzara cerca de las 20.30, dio el puntapié inicial con la puesta de bienvenida a cargo de sexto año (la “Promo”) y primer año.
En segundo término, se brindó espacio a uno de los cuadros más ambiciosos, en cuanto a su estética y vestuario. Con un planteo futurista, los alumnos de tercer año compusieron vestuarios alusivos y algunos trajes con led.
Vale señalar que, como adelantara el coordinador general de la propuesta, Omar Ochoa, “toda la utilería fue elaborada por los estudiantes, como se hacía años atrás”.
Acto seguido, fue el turno del ciclo orientado del Instituto Superior Víctor Mercante con una puesta de expresión corporal que comprendía una apelación a la conciencia social, con simulaciones de protestas.
Luego de la actuación de cuarto año, llegó uno de los momentos más esperados: la presentación de la Promoción 1989. Por primera vez, un grupo de exalumnos, en sus Bodas de Plata, regresa al escenario mayor para revivir aquellos años de algarabía juvenil. Un gran número de graduados esgrimieron una coreografía al ritmo de temas de su época como “De música ligera”. Antes del intervalo, se desarrolló el pasaje del Jardín de Infantes Doctor Antonio Sobral emperifollados como “canarios”.
Por último, arribarían las jóvenes de quinto año de expresión corporal, segundo año con aeróbic y, por último, sexto año con la despedida.
Resultó importante la presencia de una orquesta en vivo con músicos y cantantes de la EMPO que ilustraron las “coreos” de carácter masivo que fueron resueltas en escena y en la pista (donde habitualmente se ubica el sector VIP), ante una multitud, como es de costumbre.