"No me digan doctora, soy abogada”, aclara con humildad esta mujer activa que decidió que vivir no es bajar los brazos y comenzó una carrera universitaria a los 74 años.
La bellvillense Mercedes Báez, con lazos familiares en Villa María, emocionó a profesores, compañeros y a su comunidad, cuando el miércoles 17 de septiembre fue a defender su tesis sobre “Violencia familiar”, logrando obtener el título de abogada en la Universidad Empresarial Siglo 21, a los 80 años.
“La carrera está pensada para cuatro años. Yo la hice en seis”, explica, otra vez con humildad.
Siempre “se le dio” la actividad intelectual. Cuando era chica, en su pueblo natal, San Marcos, no había escuela secundaria. Así que con la primaria hecha, no dudó en realizar tareas que demandaban esfuerzo intelectual, como el trabajo en la cooperativa o “pasando” los libros de su padre, que era secretario municipal. “Antes era todo a mano”, recuerda.
Ya radicada en Bell Ville, pudo terminar el secundario en el año 1991. No pensaba seguir estudiando, pero dado que en esa ciudad se abrió la posibilidad de realizar carreras terciarias y universitarias a través de la Fundación para la Enseñanza Universitaria (FUPEU), se animó y se inscribió en la carrera de Derecho. “Si hubiera tenido que viajar a Córdoba no lo hubiera hecho”, aclaró, por eso agradeció a los visionarios que crearon esa fundación en Bell Ville.
“Yo siempre fui activa, me gusta trabajar con la pala, pero los médicos me dijeron que tenía que limitarme un poco, así que me volqué al estudio”, indicó.
Dado que siempre leyó, no le presentó dificultades la vida académica.
Eligió el tema de la violencia como motivo de tesis porque entiende que “hechos de esa naturaleza hubo siempre, pero, lamentablemente, antes no se hablaba. La mujer callaba los maltratos y por eso elegí hacer mi tesis sobre ese tema”, puntualizó.
Ahora, con el título de abogada, piensa matricularse en el Colegio “para participar, no para ejercer”. Aunque confesó que el viernes tuvo su primer cliente. “Un conocido me vino a ver por un problema laboral. Lo asesoré, pero lo voy a derivar con un especialista”, dijo.
Como la vida sigue y ella no piensa bajar los brazos, es que ahora iniciará la carrera de escribana.
Con sus vitales 80 años cumplidos en abril, Mercedes, o “Mecha” Báez como la conocen en su pueblo, nos enseña que se puede estudiar por gusto, para aprender o sólo porque sí.