“Tenemos soluciones integrales para todo tipo de eventos íntimos, y las herramientas para poder tener una buena y saludable sexualidad con tu pareja”. Así resume María José Palma, la dueña del único sex shop de la ciudad, las características de su local, para intentar despejar cualquier tipo de prejuicio sobre el Sex Shop Villa María.
Con más de cinco años en el centro de la ciudad, María José fue testigo de cómo ha cambiado la aceptación del negocio entre los habitantes y, hoy, puede asegurar que “los villamarienses están un poco más liberados, se animan más al sex shop”.
Si bien asegura que, de todas formas, “siguen siendo conservadores”, y ese “miedo” a que alguien los observe entrar al local se mantiene en muchos casos, “ya no se esconden como antes”. “Tenés gente que viene, y entra sin ningún problema, pero sigue habiendo quien, por ejemplo, te preguntan si la bolsita tiene el logo, por miedo que la vean”, explica.
Facebook también ha sido un aliado para aquellas personas que no se atreven a llegarse hasta el local del Paseo de la Villa. “Gente que nunca se hubiera animado a entrar, te consulta por Facebook o WhatsApp”, y, en ese sentido, otra tendencia que crece en la ciudad es el Tupper Sex: “Es cada vez más frecuente. Se juntan un grupo de amigas, que no se animan a ir al sex shop, y me piden que vaya a la casa y les muestre productos”.
Para María José, el hecho de que su negocio tenga cada vez más aceptación, se debe a que “le hemos buscado un giro en cuanto al público que apuntamos”. “Nosotros apuntamos a la pareja normal, común y estable, de muchos años, y ese es el público que mayormente tenemos. El que va al sex shop, ya tiene una pareja con quien compartir los productos”, contó.
Aniversarios, despedidas de solteros o noches de bodas, son los eventos por los que, comúnmente, más se llegan las personas al sex shop, pero, en el último tiempo, se han sumado otros días especiales en los que las muchas personas deciden regalar algún producto de los que se ofrecen en el local: “Este año para el Día de los Enamorados se movió mucho, pero también, por ejemplo, se regala mucho para el Día de la Madre, cada vez llega más gente preguntando qué puede regalar para determinado acontecimiento”.
Los productos que más se venden, contó la dueña, son, para los que van a experimentar por primera vez “aceites, alguna cola less o camisolín, algo tranqui, pero ya para los que se animan a otra cosa se vente mucho el anillo con vibrador”, detalló, y reveló entre risas: “Llegan muchos hombres mandados por sus parejas”.
La franja etaria de los clientes del sex shop es realmente amplia, y María José lo explica así: “Tenés chicos de 15 años que quieren ingresar, con los que es una lucha porque se paran en la puerta del negocio, como también gente de 80 años. Hace poco vinieron dos mujeres que se iban de viaje con un contingente de jubilados, se buscaron todo el cotillón erótico que pudieron para los 10 días de viaje. Una tenía 74 y la otra 80”.