Durante tres días el Estadio Mario Alberto Kempes cobijó este año, por tercera vez consecutiva, a una multitud de creyentes convocados por la Iglesia Cristiana Evangélica “Visión de futuro” que a nivel nacional, liderada por el reverendo Omar Cabrera Junior, evidencia una creciente evolución.
No es la excepción su eslabón villamariense con epicentro en Mendoza 1860, coordinado por un aglutinante pastor como Pedro Carballo y toda su gente, que -además de la desbordante adhesión de habituales partícipes de sus actividades- tuvo una presencia que necesitó fletar decenas de colectivos, microbuses y autos particulares para trasladar a unas 1.850 personas de esta ciudad y poblaciones que la integran -Arroyo Cabral, Tío Pujio y otras- para ser parte de las más de 75 mil personas que, entre el jueves y el sábado, poblaron las tribunas y plateas de un verdadero fenómeno de integración.
Destacados disertantes, conferencistas, profesionales y filósofos de América, como César Castellanos, y algunos referentes nacionales con su máxima figura Carlos Anacondia y el ya citado Cabrera, despertaron verdadera euforia y participación activa de la gente compuesta por hombres y mujeres de todas las edades y familias enteras, con niños incluidos.
Una vibración intensa se instaló en el ámbito donde se exclamaron emociones tanto o más vitales que cuando se gritan los goles del club favorito. No faltó nada. Hasta grupos musicales (como la banda Rescate) que compartieron el júbilo de la juventud, pusieron su cuota de géneros de cantos masivos emparentados con el contagio de que elevarse en la vida espiritual, en búsqueda e imitación de Cristo, tiene mejor premio que los riesgos de conductas que exterminan las familias, la salud, el cerebro y hasta la vida misma.
Héctor Cavagliato