Escribe: Gustavo Ferradans
(de nuestra Redacción)
Es la medianoche en la población santafesina de Chovet. El equipo local juega ante Villa María Vóley en el cuarto encuentro en una de las series semifinales de la Liga Argentina A2.
El play off es favorable al equipo villamariense 2 a 1, pero en el cuarto encuentro, ambos equipos empatan 2 a 2 en sets. El estadio es una caldera.
El quinto set entra en su epílogo y Chovet Vóley gana 12 a 9. Villa María lo empata y pasa a ganar 14 a 13. Al saque entra Yaccuzzi, que reemplaza al venezolano Fernando González. El “Zurdo” realiza el saque, y el rival recepta bien y arma su juego; ataca por 4 pero el balón choca en Ronda, que bloquea junto con Figueroa y pica en campo chovetense. Puntazo… 15 a 13 para que el puñado de hinchas que viajó más de 200 kilómetros festeje en las tribunas. Hay abrazos y lágrimas, la emoción se ve en los ojos del plantel y ese grupo de hinchas que hicieron el aguante. Villa María es finalista..

El festejo en la cancha duró poco. La seguridad a partir de una indicación del supervisor de ACLAV que pidió que la hinchada visitante saliera primero del estadio y el local esperara algunos minutos. Un rato después el plantel emprendió la vuelta con el festejo guardado en cada garganta.
Previo a la salida fueron muchos los vecinos de Chovet que mostraron hidalguía y felicitaron a los muchachos del plantel. Todo terminó en calma, más allá que los temperamentos exaltados de unos pocos que se suben a una tribuna y confunden y creen que un partido de vóley pone en juego la soberanía de su localidad, parecía presagiar algún lamentable incidente.

La fiesta

La fiesta en sí, con gritos, abrazos, cánticos y bocinazos fue en la entrada de Firmat, a unos 20 kilómetros de Chovet. La playa de una estación de servicio fue el lugar elegido para que desbordara la alegría y la emoción contenida.
Allí esperaban amigos de los jugadores, varios familiares de algunos miembros del plantel, colaboradores y seguidores. Todo fue alegría… sin saberlo, muchos de estos protagonistas acababan de escribir una de las páginas más importantes del deporte local que se recuerde. El grito de “Villa María es un sentimiento, no lo puedo parar”… se hizo oír bien fuerte en la madrugada santafesina.
En el regreso nadie durmió. La fiesta siguió en el minibus durante los más de 200 kilómetros que tuvieron que recorrer donde nadie se salvó y hubo dedicatorias de todo tipo para muchos. Anoche, al cierre de esta edición, el plantel junto a dirigentes y colaboradores compartieron una cena para festejar el pasaje a la final.

Histórico

Sin ánimo de comparar disciplina, popularidad de una u otra y trascendencia de campañas, lo realizado por este joven equipo villamariense en tan poco tiempo ya ingresó a la historia del deporte local.
La historia de Villa María Vóley empezó a gestarse hace tiempo y luego de varios meses de competencia se convirtió en uno de los episodios más importantes.
No hay antecedentes de un equipo local que haya tenido la chance de jugar un partido por un ascenso a la máxima categoría, en cualquiera de los deportes por equipos.
Muchos recordarán aquellas dos eliminatorias de Alumni frente a Estudiantes de Río Cuarto y Unión San Vicente, en 1984 y 1985 para llegar al viejo Campeonato Nacional.
Lo mismo sucedió con Unión Central, protagonista en basquetbol de la página más importante de la historia local en lo que se refiere a clubes, cuando entre 1985 y 1987 hizo vibrar a la ciudad llegando a lo que hoy sería el TNA.
Después hubo logros muy significativos en deportes individuales y hasta en competencias de divisiones menores, pero es otro tipo de logros.
Sin dudas, este grupo de jugadores de Villa María Vóley ya forman parte de la historia local. “Este equipo demostró que posee mística y que ya a pocos días de jugar una final, ya forma parte de la historia”, dijeron varios integrantes del plantel.

Apostillas

Camaradería. La atención recibida por una gran mayoría de los dirigentes y socios del club Defensores de Chovet (que fusionados con Club de Amigos formaron Chovet Vóley) fue ejemplar. El trato que le brindó la gente del pueblo a todo el plantel fue destacada por todos.

Bochas. Gustavo Guerra, el chofer oficial de Villa María Vóley, fue jugador de fútbol y campeón con Argentino de Barrio Santa Ana en 1990. Desde hace un tiempo se dedica a las bochas. Enterados algunos socios del club anfitrión lo desafiaron y en un duelo de parejas, Guerra anticipó el festejo nocturno villamariense. Ganó 15 a 9 en dupla con un colega de esa localidad. Luego cuentan que recordó viejas épocas con otros chovetenses jugando al fútbol.

Festejo. Los jugadores quedaron sorprendidos al ver el numeroso público que lo siguió hasta Santa Fe. Algunos optaron por quedarse y hospedarse en Venado Tuerto o en Chovet. Hubo algunos que volvieron a Villa María y regresaron el sábado.

Insólito. Los reglamentos que se realizan entre cuatro paredes por dirigentes que no siempre piensan en todo, tienen sus cosas favorables y desfavorables. El mismo prohíbe que los visitantes tengan bombos, redoblantes y cornetas. Para el local hay impedimentos de utilizar bocinas de aire o batería. La policía y seguridad local en ambos partidos pusieron mucho empeño en controlar esto, pero solo en la tribuna visitante.

Propuesta. Aficionados locales lanzaron en la madrugada de ayer una propuesta que fue receptada por todos con mucho interés. Por identificarse el club local con los colores negro y blanco, todos los aficionados locales deberán utilizar ropa de esos colores cuando Villa María sea local la próxima semana.

Lo que viene

Ahora, desde el primer entrenamiento de hoy, se comenzará a pensar en recomponer los físicos luego de los exigentes encuentros ante Chovet, y a planificar la final.
Se jugará al mejor de cinco partidos y el rival será Puerto San Martín, que despachó a los tucumanos de Carlos Pellegrini al liquidar la serie 3 a 0.
El equipo del sur rosarino, uno de los candidatos desde el inicio mismo del certamen, llega con ventaja deportiva.
Tanto el conjunto santafesino como Villa María Vóley, fueron primeros en sus respectivas zonas de la fase regular, pero Puerto tiene la ventaja en haber ganado un encuentro más que le otorga un mejor coeficiente, por lo que se quedó con el “uno” que le da la ventaja deportiva para esta final.
En los dos primeros partidos, a jugarse miércoles y jueves próximos, Villa María será visitante, mientras que la serie luego se mudará a esta ciudad para jugar los días lunes y martes de la semana venidera.

Promoción

El perdedor de la final, tendrá la chance de jugar la promoción con el penúltimo de la Liga A1, Obras de San Juan. El que ya perdió la categoría jugará la Liga A2 la próxima temporada con Olímpico de Santiago del Estero.