Un vendedor ambulante villamariense fue condenado ayer por cuarta vez en la última década, pero como la sanción impuesta fue menor al tiempo que llevaba detenido, pudo recuperar la libertad al finalizar el juicio en la Cámara del Crimen local.
Mariano Jesús Pino confesó su participación en un hecho cometido a mediados de febrero pasado en barrio San Juan Bautista y recibió una pena de siete meses de prisión efectiva, con declaración de reincidencia, tras ser declarado culpable de “robo en grado de tentativa” y “tenencia de arma de fuego de uso civil”, la que se encontraba descargada.
Pino, de 31 años de edad (11 de enero de 1983) y con último domicilio en Rawson e Intendente La Colina, en barrio Felipe Botta de esta ciudad, fue detenido alrededor de las 22.30 del jueves 13 de febrero en calle Requena a la altura del 1300, donde intentó perpetrar un robo en una vivienda particular.
Para su desgracia, al lado de la casa a la que pretendía ingresar vive el oficial inspector Ezequiel Lozano, quien gozaba de su día libre y regresaba a su hogar tras haber realizado unos trámites personales.
En esas circunstancias, el funcionario policial advirtió que el portón del garaje de la casa de enfrente estaba abierto y afuera había una moto Guerrero de color rojo. Ambos detalles le llamaron la atención y le despertaron sospechas, por lo que se acercó al inmueble vecino. Fue ahí cuando se topó con Pino, quien salía del garaje llevando consigo un tirante de madera de un metro y medio de largo.
Lozano se identificó como policía, por lo que el “visitante” trató de escapar, pero no pudo lograr su cometido ya que el oficial lo interceptó. Se trabaron en lucha y luego de algunos forcejeos el policía lo redujo y de entre sus ropas le secuestró un revólver calibre 22 corto que no tenía proyectiles en el tambor.
Con la situación dominada, Lozano pidió la colaboración de sus pares del Comando de Acción Preventiva, quienes concurrieron al lugar y trasladaron al detenido a la Comisaría de Distrito.
Antecedentes
Con la de ayer, Mariano Pino registra cuatro condenas en menos de 10 años. La primera data del 17 de diciembre de 2004, cuando la Cámara del Crimen de Bell Ville le impuso una sanción penal de un mes y 15 días de prisión en suspenso por un “hurto simple”.
En tanto, el 6 de marzo de 2007 fue condenado por la Justicia de Villa María a tres años de cárcel por haber asaltado (en octubre de 2006) a una pareja en la esquina de bulevar Sarmiento y San Martín, y por intentar sustraer una pick up Jeep Gladiator, propiedad del abogado local Juan Romeo Benzo, en un hecho registrado en el año 2000 (la causa estuvo parada porque Pino permaneció prófugo mucho tiempo y se acumuló a la del robo a la pareja).
Finalmente, el 4 de abril de 2011 la Cámara del Crimen villamariense le impuso tres años de prisión por “robo calificado por uso de arma cuya aptitud para el disparo no se pudo acreditar”, “violación de domicilio” y “privación ilegítima de la libertad calificada”. Sin embargo, como adeudaba parte de la sanción impuesta en 2007, se le aplicó una condena unificada de tres años y ocho meses de cárcel, que tuvo que cumplir casi en su totalidad.
Hace seis meses
Sin embargo, la última vez que el nombre de Mariano Pino ganó espacio en las noticias policiales fue el 28 de marzo de este año, cuando seis mujeres jóvenes, familiares suyas, protestaron ruidosamente frente a la cárcel de barrio Belgrano para reclamar que no fuera trasladado al penal de Bouwer (ubicado en cercanías de la capital provincial), supuestamente por razones disciplinarias, ya que había protagonizado una pelea con otros internos.
Durante la protesta, las mujeres provocaron algunos incidentes y forcejearon con los efectivos policiales que intentaron disuadirlas, por lo que fueron demoradas algunas horas y se les iniciaron actuaciones contravencionales por “desórdenes y escándalos en la vía pública”.