La Unión Obrera de Ladrilleros de la República Argentina (UOLRA) formalizó ayer a Juan Inglese como delegado departamental del gremio nacional.

El encuentro, desarrollado en horas de la tarde en las instalaciones del Centro de Empleados de Comercio (CEC) de Villa María, contó con la presencia de Leandro Vallejos y Luis Cáceres, delegados provincial y nacional, respectivamente, y sirvió para darle el respaldo necesario al trabajo que deberá realizar el flamante dirigente local.

A propósito de esta formalización, Inglese explicó que “el encuentro sirvió para que la UOLRA a nivel nacional me dé el poder como delegado departamental para que yo pueda actuar sin presiones ni impedimentos”.

“Esto surge a raíz de que el 28 de agosto firmamos un convenio en Casa Rosada, donde el Gobierno nacional nos pidió que tratáramos de registrar la mayor cantidad posible de ladrilleros en el país para regularizar su situación laboral, ya sea a través de una situación laboral o por medio de cooperativas familiares”, apuntó.

Al mismo tiempo el entrevistado comunicó que “antes de esta formalización, nosotros ya habíamos salido a recorrer algunos establecimientos ladrilleros para hacer un prerrelevamiento”. “En él detectamos que en Villa María hay más de 80 cortaderos con más de 500 personas trabajando y viviendo en esos lugares”, precisó.

Al mismo tiempo, Inglese reconoció que “ese relevamiento fue algo duro de realizar porque muchos compañeros se mostraron reacios y pensaron que la DGI o la gente de Migraciones los estaba buscando”.

“Muchos pensaron que les estábamos tendiendo una trampa para deportarlos a su país. No hay que desconocer que la mayor cantidad de los empleados ladrilleros es de Bolivia y algunos de ellos todavía no tienen regularizada su situación”, sostuvo.

Por otra parte, pensando en los beneficios que traería a los trabajadores ser incluidos en el sistema, opinó “que los compañeros se registren en este sistema les va a traer los mismos beneficios que a cualquier trabajador de cualquier disciplina”. “Van a tener una obra social, van a pertenecer a un gremio, van a tener seguridad social y una jubilación el día de mañana. Desde el gremio, fundamentalmente, queremos cambiarle la vida a los trabajadores”, aseguró.

En otro aspecto, Inglese contó que “el Gobierno de la Nación ha bajado una línea para la creación de parques ladrilleros con ayuda económica y técnica. La intención es que dentro de cada parque ladrillero exista un escuela técnica donde se enseñe el oficio”.

“En ese sentido, vamos a acompañar al Gobierno municipal en la creación del parque ladrillero que tiene en mente el intendente Eduardo Accastello”, manifestó.

Finalmente, Inglese presagió que, “sin dudas, este registro de los trabajadores ladrilleros va a ser un aporte importante para el crecimiento del rubro en la ciudad y la región”.

“Obviamente que, siempre siguiendo las normas de una actividad artesanal, aspiramos a que en el anhelado parque ladrillero ya no se use más la leña para quemar los hornos, lo que significa un desgaste de la naturaleza. La idea sería remplazarla por el gas natural como una vía para industrializar la actividad”, adelantó.

 

“Hay trabajo esclavo e infantil”

Por su parte el delegado nacional de UOLRA, Luis Cáceres, relató a EL DIARIO que “nuestro lema es que donde hay un ladrillo, tiene que estar el sindicato. El paisaje de Villa María y la región es el mismo que en el resto del país. Pueden cambiar las medidas del ladrillo o cómo se cocina, pero la realidad de los trabajadores es muy similar en toda la Argentina”.

“La mayoría de los trabajadores no está registrada, hay trabajo esclavo e infantil en algunos sectores y nosotros creemos que esto es una gran injusticia porque la construcción es uno de los pilares del proyecto nacional y, al mismo tiempo, los trabajadores ladrilleros no han recibido los mismos beneficios que otros rubros”, declaró.

Seguidamente, Cáceres remarcó que “en todo el país encontramos la voluntad de los trabajadores por reorganizarse. La UOLRA fue creada hace muchos años, pero nunca tuvo una presencia nacional como ahora, lo que nos posibilitó llegar a lugares como Villa María, donde nunca antes habíamos podido llegar”.

“A pesar de la desconfianza que encontramos al principio, los trabajadores están dispuestos a cambiar su situación y se están sumando a nuestro desafío para cambiar su situación laboral”, culminó.