Desde el sábado un joven matrimonio oriundo de Venado Tuerto está atravesando una situación muy crítica en la Terminal de Omnibus de Villa María. Es que junto a tres menores, un bebé de ocho meses y una pequeña niña de dos años (hijos del matrimonio) más un varón de 14 años (hermano del esposo de la joven pareja), están viviendo entre la basura de la estación villamariense y resguardándose de las inclemencias climáticas con las tapas de los carros contenedores de residuos.
La propia Cintia Palacios, de 21 años, le contó a EL DIARIO que “mi marido consiguió trabajo en un tambo de Ballesteros y allí nos fuimos a vivir junto a él, su hermano y nuestros dos pequeños hijos”.
“Hace unos días mi marido se golpeó trabajando, por lo que se hizo unas resonancias que confirmaron una lesión. Molesto por eso, el dueño del tambo el sábado nos trajo a la Terminal de Omnibus de Villa María y aquí nos dejó tirados”, comentó.
Al mismo tiempo Cintia aseguró que “el dueño del tambo hizo esto porque no se quiso hacer cargo del accidente laboral que mi marido tuvo trabajando para él”.
“Estamos durmiendo acá, entre la basura, con frío, calor, lluvia o sol. Sólo recibimos la ayuda de algunas personas de la Terminal, quienes nos acercan algo para comer”, relató.
Finalmente, y muy preocupado por el presente que está atravesando su familia, manifestó que “fui a pedir ayuda a la Municipalidad de Villa María y lo único que nos ofrecieron es darnos dinero para que pudiéramos regresar a Venado Tuerto. Allá tenemos parientes, pero no se hacen cargo de nosotros”.
“Estamos necesitando un lugar para vivir y un trabajo para mi marido, no podemos seguir viviendo de esta manera”, culminó.
Al cierre
Poco antes del cierre de esta edición, fuentes legislativas locales informaron que el municipio villamariense, a través de la secretaria de Desarrollo Social, Verónica Vivó, consiguió para el grupo familiar un hotel para albergarse por el lapso de 48 horas.
Al mismo tiempo, pudo saberse que el marido consiguió trabajo en un cortadero de ladrillos local.