El presidente del Instituto Latinoamericano del Ombudsman (ILO), Carlos Constenla, estuvo ayer en Villa María junto al auditor general, Luis Rey.
En diálogo con los medios, el funcionario informó que el instituto que preside se creó en 1983 en Caracas (Venezuela), con motivo del bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar, y tiene como finalidad difundir la creación de la figura del ombudsman (término de origen sueco con el que se denomina a quien tiene la función de proteger los derechos de los ciudadanos) en toda América Latina.
“Tuvo bastante éxito”, señaló, al recordar que gracias a la intervención del Instituto se creó la figura del ombudsman o defensor del pueblo en la Argentina y otros países de Sudamérica.
“Ahora estamos promoviendo la creación de defensorías locales, en cada municipio, como la que tienen ustedes”, puntualizó.
Al ser consultado sobre Villa María, que cuenta con un auditor, una figura más ligada al control de cuentas que a la defensa de derechos, Constela puntualizó que “la competencia del ombudsman no la determina la ley, sino la sociedad”. Y agregó: “Ha sido un mérito de los auditores de Villa María convencernos a nosotros de que son equiparables a los defensores del pueblo porque, en instituciones como esta, a la competencia la determina la gente. Cuando viene un vecino y plantea un problema y le digo que no es mi competencia, al día siguiente pasa lo mismo y así, termino pensando que debo cerrar el negocio o adaptarme a la demanda”.
Dio como ejemplo su propia realidad cuando fue defensor del pueblo entre 1999 y 2009: “Mi único antecedente era ser abogado defensor de presos políticos. Hasta que fui defensor, creía que los discapacitados eran personas que se merecían mi consideración como ser humano, pero nunca pensé que el problema era que no tenían acceso, que tenían barreras para poder hacer lo mismo que cualquiera”.
La segunda pregunta que respondió en relación a la Auditoría local tiene que ver con el método de elección, dado que en Villa María el ombudsman es elegido por el voto popular en una boleta que acompaña al candidato a intendente. Quien es elegido auditor es el que tiene más votos, o sea, es del mismo partido que el intendente. “No estoy en condiciones de cuestionar el método, lo que se me ocurre es recordar el título de una obra de teatro que decía ‘No seré feliz, pero tengo marido’”, puntualizó Constenla.
Señaló que la elección popular se da en casos aislados, es decir, es más la excepción que la regla. “En la mayoría de los casos lo designa una mayoría calificada. Pero el ser elegido por el voto popular no contradice la regla básica que es la que establecen los principios de Paris y que aprobó las Naciones Unidas. Lo importante es que exista en Villa María un defensor independiente que cumpla su trabajo. El método, no sé. Conocí a defensores del pueblo elegidos con todas las normas y, al asumir, fueron genuflexos con el poder y conocí a otros, elegidos en la boleta de los mandatarios, que terminaron siendo un forúnculo porque cuestionaban todo”.
A la hora de referirse a las demandas que reciben los defensores, indicó que “son estacionales”.
En su experiencia como ombudsman del partido de Vicente López recordó que, al principio, el 70% de las quejas provenía de sectores de alto poder adquisitivo que protestaban por “el ruido de los aviones. Tuvimos que salir a la comunidad para dar a conocer a la población más empobrecida que tenía derechos y podía reclamar”.
Finalmente, indicó que la esencia de la figura del defensor del pueblo es la informalidad. “Por eso no puede sancionar, sino que utiliza el rol de mediador, gestor, de intervención de buenos oficios, antes que iniciar una demanda”, concluyó.