Andrés Demartini, primer presidente de la Cooperadora escolar, fue otro de los protagonistas de esta historia que intentamos recuperar en estas páginas: "Recuerdo que fuimos convocados por el "Pibe" Bocca, quien tuvo la feliz idea de construir una escuela rural en el denominado Campo La Atalaya. La construcción tenía un costo total de 364 mil pesos, el Gobierno provincial de turno aportó sólo el 50% y el resto lo aportamos tres personas: Juan Borgiani, Bartolo Rinero y Andrés Demartini (quien narra). Por su parte, el terreno fue donando por Domingo, Alfredo y Florindo Berti, posteriormente se fueron realizando distintos eventos como feria de platos, campeonatos de bochas, carreras de caballos cuadreras, entre otras cosas y con el dinero que se obtuvo en la primera parte, se construyó un aula y un baño, lo mínimo para comenzar. Pero no solamente con esos eventos se construyó, sino también con las distintas donaciones que efectuaron los vecinos, muy interesados en esa época, para que los hijos de los productores agropecuarios pudieran estudiar cerca de su casa.
Fueron épocas muy duras, donde los docentes vivían durante la semana en la casa de productores rurales, las maestras paraban un tiempo en una casa luego lo hacían en otra y esos eran hechos para destacar. Además había que ir a buscar a las maestras a la ruta o al camino donde pasaban los colectivos y el viernes había que llevarlas para que pudieran retornar a sus hogares y así todas las semanas. Las maestras, en muchos casos, pasaban a ser como de la familia.
La escuela se terminó en el año 1961 y recién comenzó a funcionar en el año 1964, todo debido a la falta de docentes. Esta escuela era muy importante para la zona y en alguna época llegó a tener 45 alumnos, superando en algún tiempo a la cantidad de alumnos de una similar en La Palestina".