Norma Avaro, una de las amigas de Mariela Bessonart, la definió ayer como “una madraza que cada 15 minutos les escribía un mensaje a los hijos” y sostuvo que “no se pudo haber ido a ningún lado, porque jamás los hubiera dejado”, al recordar a la mujer de la que no se tienen noticias desde hace hoy nueve años.
El miércoles 28 de septiembre de 2005, Rodolfo Delpino (ex de Mariela y padre de sus tres hijos) pasó a buscar a la víctima por un taller mecánico y luego no se supo más nada de ella. El dijo que la dejó en inmediaciones del céntrico Banco de la Nación, pero un testigo aseguró que los vio dirigirse en el vehículo de él por la ruta 9 en dirección a Tío Pujio. Por el caso, Delpino está imputado de privarla de la libertad, aunque permanece libre y a la espera de un dilatado juicio oral.
Para recordarla y reclamar justicia, Avaro, la presidenta de la Asociación Verdad Real y Justicia para Todos, Mary Amaya, y la secretaria de la organización, Mónica Fornero, se reunieron con EL DIARIO en la casa de la titular de este grupo que lucha contra el olvido de los crímenes impunes.
En este contexto, Norma bromeó que Bessonart “era cansadora” escribiéndole a sus tres hijos y que cuando ella se lo reprochaba (dulcemente), Mariela le respondía: “No tenés hijos entonces no sabés lo que se siente”.
“Estoy casi convencida de que está muerta. Me duele su ausencia y siempre pienso en todo lo que se perdió de vivir. Tengo una gran impotencia por no saber qué le pasó, viviendo esto entiendo el dolor de los familiares de desaparecidos (en la dictadura). No quiero morirme sin saber qué le ocurrió”, confesó. “Es lo más triste que me pasó en la vida, tomaba mates con ella y de un día para el otro no la vi más”.
Asimismo, ratificó que Mariela “no estaba depresiva ni nada” y dijo que quien sea responsable de su desaparición “lo va a pagar”: “El único que hace justicia es Dios”.
Por su lado, Mary Amaya dijo descreer “de la justicia de los hombres”, concepto con que Mónica coincidió.
La presidenta de la Asociación expresó el acompañamiento de “Verdad Real…” “para la mamá y la hermana, que están permanentemente luchando por ella” y clamaron que el hecho no quede impune.
En este sentido, Amaya y Fornero concordaron en que la investigación se centró en una sola hipótesis y consideraron que debió abrirse el abanico de la pesquisa. Fornero reclamó además que la Justicia exponga públicamente en qué instancia se encuentra el caso.
También reprocharon que en su momento hayan querido sacar de la Querella a la madre y la hermana de Mariela y las tres insistieron en el dolor que significa desconocer el destino de Bessonart.
Al final de la charla, también ratificaron su acompañamiento a la familia de Claudia Rodríguez, de cuyo asesinato se cumplen mañana tres años, y repasaron la extensa lista de crímenes sin resolver que hay en la ciudad, en cuyo contexto se encuentran dos desapariciones: la de Mariela y la de Sara Mundín, en 1988.