Un verdadera pesadilla de violencia sin código ni miramientos le tocó vivir a Jorge Amaya, más conocido por todo el pueblo de Corral de Bustos como “Jorgito”, un hombre que prácticamente se crió solo en aquella ciudad, ya que únicamente tiene dos hermanas que residen en la localidad de Pérez, en la provincia de Santa Fe.
Hace algunos años “Jorgito” padece una enfermedad que lo va deteriorando lentamente, por lo que de a poco se encuentra cada vez más limitado y, de este modo, lo ha ido convirtiendo en un discapacitado.
El pasado sábado, “Jorgito” -también apodado “Vueltita” porque cada seis o siete metros da una vuelta y sigue- fue golpeado salvajemente.
El hombre se dedica a vender cosas, como agujas, dedales, ropa. Siempre se ganó la vida por sí mismo y vive en una casa muy humilde sobre la ruta 11, entrando a la ciudad. Una parte de la vivienda no está techada. En ese lugar lo golpearon salvajemente.
Algunas versiones indican, incluso, que fue violado con un palo. Tiene un golpe muy fuerte en la cabeza y fracturas de tibia y peroné.
Le gusta tomar vino, pero es de aquellos que toman y no le hacen mal a nadie; él vive en su mundo, pero sin perjudicar a los demás.
Aparentemente, la golpiza tendría algún tipo de relación con la droga y el alcohol, algo que, como ya es vox pópuli, es moneda corriente en Corral de Bustos.
Todavía no se ha brindado ninguna información oficial sobre lo ocurrido a “Jorgito”. Sin embargo, por las calles y los comercios de aquella ciudad circulan distintas versiones y especulaciones sobre el caso. Una de ellas da cuenta de que habría una cámara que tendría registrado a los agresores y que se los podría reconocer por las caras.
“Jorgito” fue derivado a Río Cuarto y se encuentra internado en estado reservado.