La delegada titular del Colegio de Escribanos Villa María, Alcira del Valle Spila, afirmó ayer, en rueda de prensa, que “el escribano busca la equidad y la justicia entre los hombres”, al definir el rol de los profesionales del área.
Por su parte, la delegada suplente, María Inés Redín, quien la acompañó durante el encuentro con los periodistas, explicó que en estos nuevos tiempos el escribano “procura adaptarse en la relación con la sociedad”.
Función
Spila se ocupó de definir la función del escribano. En tal sentido, sostuvo con cierto énfasis que nada ha cambiado en lo que compete al ejercicio de la profesión, pero trató de hacer entender el rol que ejerce en la sociedad.
Para la titular de la Delegación Villa María del Colegio de Escribanos de la Provincia de Córdoba “no tiene parte ni contraparte”, como acontece en el plano judicial, donde se dirimen los pleitos de acuerdo a la ley.
“El escribano busca la equidad y la justicia entre los hombres”, logro que, si se consigue, queda “plasmado en forma indubitable”, explicó.
“El rol del escribano es armonizar” entre las partes, para “no confrontar”, para que “ambos clientes terminen siendo amigos”.
Mediador
Spila puso el acento en el acto de “mediar para evitar la confusión” entre las personas, aunque “siempre bajo el respeto a la ley”, con lo cual dejó bien en claro que cuando se habla de “mediación”, no se refiere a “negociación”.
En otras palabras, con la atención puesta en forma permanente en lo que dispone la ley, la figura del “escribano-mediador” procura acercar a las partes teniendo en cuenta la mejor conveniencia para cada una de ellas, a fin de que los intereses y esfuerzos se cierren en un acuerdo justo.
De esta manera, “el escribano garantiza la seguridad jurídica”, afirmó Spila, quien agregó que, en definitiva, “se busca un anclaje para que el derecho no quede sujeto a vaivenes ni a la inestabilidad”.
Nueva figura
Para este cometido, Redín explicó que todos los esfuerzos, en la actualidad, están dirigidos a romper con la idea de que el escribano “es una figura distante, alejada de la gente”.
“Hoy se trata de adaptar el profesional al momento (histórico y cultural)”, aunque aclaró que “la función del escribano, en sí, no cambió nada”, toda vez que “el objetivo primordial es la equidad jurídica”.
Problemas sociales
En relación a uno de los problemas sociales que se generaron durante los últimos años, como es el caso de la usurpación de inmuebles, hecho que se registró en la ciudad de Villa María, las escribanas Spila y Redín delimitaron la competencia que les corresponde a los escribanos.
“Ante estos hechos -dijeron- sólo puede hacer acto de constatación”, pero “no tiene otra intervención”.
“Se concurre al lugar, se observa y constata la situación, se labra el acta correspondiente, la cual después se agrega a la documentación que posee la Justicia”, explicaron las delegadas.
Tecnología
Por otro lado, Spila dio cuenta de la relevancia que adquirieron los recursos tecnológicos en el desarrollo de la profesión.
Sin embargo, expresó sus reparos respecto a lo que denominó “firma encriptada”, porque, de esa manera, “se pierde el valor humano, una valor que no se delega”. Además, “en cualquier momento la firma pasa a manos de un hacker, por lo cual el escribano ya no puede constatar ni dar fe de acto alguno”.
Costos
En cuanto a los costos que insumen para la gente los servicios que prestan los escribanos, Spila y Redín dieron cuenta que “no hay tarifas”, sino que todos los actos “son consensuados con los clientes”.
Además, indicaron que existen obligaciones fijas (el pago de sellados, por ejemplo) en las que no tienen competencia los profesionales, sino que están dispuestas por los organismos del Estado.