“De este edificio no nos vamos a mudar más”, puntualizó la directora Mónica Buffa en el acto de inicio de clases en la Escuela Especial 20.
A una semana del comienzo del ciclo lectivo a nivel provincial, la comunidad educativa pudo desarrollar su primera jornada escolar en el establecimiento ubicado frente al Parque Pereira y Domínguez, tras realizar la tercera y, hasta el momento, definitiva mudanza a las dependencias inauguradas en 2004 (ver aparte).
“La casona de la calle Mariano Moreno está deteriorada, ya nos queda chica y además probablemente se haga un museo como pretende la familia Sabattini (dueños originales de la vivienda). Por ello, seguro que allí no volvemos”, precisó luego a EL DIARIO.
La breve ceremonia llevada a cabo ayer por la mañana no contó con la presencia de autoridades, a expreso pedido de padres y docentes. “El edificio ya había sido inaugurado en su momento, por ello, no queríamos otro acto, otro corte de cintas”, indicó.
La escuela cuenta actualmente con un plantel docente, técnico y auxiliar de 30 personas, contando trabajadora social, fonoaudióloga, psicóloga, psicomotricista y metodóloga. En tanto, la matrícula de alumnos asciende a 150 alumnos, entre los integrados a escuelas comunes y los bebés de estimulación temprana.
El edificio cuenta con siete aulas, un pre-taller, 2 salas de taller, gabinete, sala para profesores, biblioteca, sala de computación, un Salón de Usos Múltiples, un comedor (cuenta con cocineras y plan Paicor) y una pileta para rehabilitación, que todavía no está en funcionamiento.
En su discurso, Buffa también adelantó que la escuela se vinculará con los demás establecimientos educativos del área, como el conservatorio y la Escuela de Bellas Artes, en distintos proyectos.

Crónica de una odisea

27 de setiembre de 2004. Inauguración del nuevo establecimiento frente al parque Pereira y Domínguez, bajo el plan 100 nuevas escuelas, con la presencia del gobernador de la Sota. El edificio cuenta con espacios creados especialmente para la escuela.
Octubre de 2004. El lugar fue desalojado tras detectarse un persistente olor en el ambiente que provocó estados de alergia en docentes y algunos niños (diez personas en total).
Febrero de 2005. Funcionarios de Salud se reunieron a los padres para decir que "no se encontraron elementos tóxicos", pero no pudieron explicar el origen de las emanaciones.
Marzo de 2005. Comienzan las clases y la escuela funciona en el viejo edificio de la calle Mariano Moreno.
Abril de 2005. El ministro de Salud, Roberto Chuit, se comprometió a realizar nuevos estudios.
Julio de 2005. Desde Salud y Educación explicaron que los estudios determinaron que un sellador de juntas, utilizado en exceso, fue el origen del problema y aseguraron que el edificio estaba en condiciones.
25 de julio de 2005. Se reanudan las clases en el edificio y la población escolar vuelve a sentir los síntomas de intoxicación. Regresan a la antigua sede.
Noviembre de 2006. Tras cinco meses de estudio, el titular de la Agencia Córdoba Ciencia, Juan Carlos Drobandi, reconoce a padres y docentes, mediante un informe técnico, una contaminación producida por un agente llamado2-Erilhexanol.
Julio de 2007. La intendenta Bedano señala que "ya no había contaminantes" y que después de las vacaciones de invierno la entidad retomaría las clases en el edificio. La propuesta no se pudo cumplir.
Fines de 2007. El gobernador de la Sota se comprometió a tomar la merienda con los alumnos en el edificio, antes de concluir su mandato. Nunca lo concretó.
Abril de 2008. El ministro de Educación Walter Grahovac visita la escuela en la vieja sede, donde ya había empezado el ciclo lectivo.
Mayo de 2008. Se crea una comisión multisectorial con miembros de la municipalidad, la UEPC, los ministerios de Educación, Salud y Obras Públicas y SEP.
Fines de 2008. Estudios realizados desde la esfera oficial, Ceprocor con colaboración de la UNC, aseguran que no quedan vestigios de las emanaciones que producían ardor en los ojos y picazón en la garganta.
27 de febrero de 2009. Se organiza la última y definitiva mudanza.