Con aportes y revelaciones del propio Papa Francisco, un nuevo libro pone la lupa sobre los años en que Jorge Bergoglio vivió en Córdoba, primero como novicio y más tarde en un virtual "exilio" ya como sacerdote jesuita, y busca echar luz sobre la "leyenda negra" que se construyó alrededor de su paso por esa provincia, así como su relación con el peronismo.
Escrito por el periodista villamariense Sebastián Pfaffen y su colega Javier Cámara, "Aquel Francisco" acaba de salir a la luz -editado por Raíz de Dos- con el propósito de develar los años que el jefe de la Iglesia Católica transcurrió en la provincia mediterránea y se transformaron en momentos "bisagra" en su vida, fundamentales para entender su actual visión de la Iglesia, el mundo y los hombres.
Francisco vivió en la capital cordobesa, primero como novicio entre 1958 y 1960, y luego ya como sacerdote jesuita, entre 1990 y 1992, en una especie de "castigo" que sufrió por parte de sus superiores, tras haberse desempeñado como autoridad máxima de la orden en Argentina.
"El libro no es una biografía de toda su vida, sino un relato de dos momentos bisagras como fueron el inicio de su formación como jesuita y después un momento de oscuridad sobre el cual se creó una especie de 'leyenda negra'. Cuando dejó de ser el provincial de los jesuitas, lo desplazaron, ya que algunos sectores consideraban que seguía ejerciendo un gobierno paralelo dentro de la Compañía de Jesús", explica Pfaffen.
Durante esos años, "queda claro que Francisco conoció el desierto de ser puesto al costadito del camino, la soledad del no protagonismo y el silencio del corazón", según dice en el prólogo el jesuita cordobés Angel Rossi, un "hijo espiritual" de Bergoglio.
Justamente lo que los autores desarrollan -a modo de tesis- en el libro es la comprobación de un salmo bíblico que parece haberse hecho carne en la vida de Bergoglio y que reza: "La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular".
Es que en el "exilio" forzado que vivió en la residencia mayor de la Compañía de Jesús de Córdoba -antes de regresar a Buenos Aires como obispo auxiliar- fue tildado por algunos de "loco, poco más que un enfermo", algo así como un gran sacerdote pero caído en desgracia, luego de una meteórica carrera en la que alcanzó -tan sólo con 36 años- la máxima jerarquía de los jesuitas en el país.
Sin embargo, aquellos años fueron vividos por Bergoglio como una especie de "purificación interior", de preparación espiritual para la importante misión que Dios le tenía reservada para los años futuros, según los autores.
Por teléfono y por e-mail
Cuando Francisco se anotició de que los periodistas cordobeses estaban escribiendo el libro -a través del arzobispo de esa Diócesis, Carlos Ñáñez- se ofreció a revelar él mismo algunos detalles que -por medio de informales charlas telefónicas y correos electrónicos- constituyen la parte más valiosa de la obra.
"Fue una enorme sorpresa y un gran privilegio para nosotros que el Papa en persona se ofreciera a responder nuestras preguntas. Tuvimos intercambios por e-mail y llamadas telefónicas en las que nos aportaba nombres y detalles. Fue emocionante y divertido, a la vez", dice Pfaffen, periodista de Canal Doce de Córdoba, para quien el Papa "estaba más interesado" que ellos mismos en que esa etapa de su vida se conociera en detalle.
Entre las anécdotas inéditas, los autores cuentan cómo en la residencia de la Compañía de Jesús en Córdoba -donde fue destinado como confesor en la década del 90- se ocupaba de higienizar y cuidar a sus hermanos religiosos más ancianos y enfermos, y cómo ayudó con dinero a varias personas para construir o comprar su propia casa.
O cómo se quedó cocinando, durante toda una madrugada, para que una humilde pareja de novios cordobeses pudieran tener su fiesta de casamiento con "catering" casero incluido.
En sus propias palabras, los años en Córdoba de Francisco determinaron su "solidez espiritual" y destaca especialmente los últimos como "una noche, con alguna oscuridad interior", pero se niega a emparentarla con la "noche oscura" que vivieron muchos santos en determinados momentos de sus vidas.
"La 'noche oscura' es para los santos. Yo soy un pobre tipo. Fue un tiempo de purificación interior", dice Francisco con su humildad característica, al ser consultado por los periodistas cordobeses.
En el terreno político, el Papa argentino irrumpe en el libro con algunas frases que aclaran su verdadera relación con el peronismo -"muchas veces manipulada", según aclaran los periodistas- y también relata con detalle cómo y cuándo conoció a Juan y Eva Perón.
"Yo siempre fui un inquieto de lo político, siempre... Vengo de familia radical. Mi abuelo era radical del 90... En la adolescencia tuve también una incursión por el 'zurdaje'... Evidentemente acompañé también a grupos justicialistas, pero nunca me afilié a ningún partido", son algunas de sus frases.
Si bien se desliga del peronismo, no niega los vínculos que tuvo la doctrina peronista original con las enseñanzas sociales de la Iglesia.
Luego de que días atrás le entregaran en mano a Francisco el primer ejemplar del libro en la residencia Santa Marta del Vaticano, los autores lo presentarán al público el próximo 9 de octubre a las 19 en el Universidad Católica de Córdoba (Obispo Trejo 323).