Los problemas de infraestructura de la ciudad de Córdoba son alarmantes. En la mañana de ayer se vio virtualmente paralizada: sin colectivos, taxis ni remises; calles anegadas, cloacas brotadas, ramas y basura "navegando", semáforos apagados y cortes de energía.
Son realmente muy serios los problemas que puso en evidencia el agua caída en las últimas horas. Entre las 21 del viernes y las 12 de ayer cayeron unos 90 milímetros y eso alcanzó para paralizar la vida en la ciudad.
Ningún servicio funcionó con normalidad. Y la decisión del Gobierno municipal de suspender la circulación del transporte urbano por la lluvia persistente sólo terminó por confirmar que Córdoba no está preparada para soportar, siquiera, una inclemencia climática que amaga con ser frecuente en esta temporada de primavera-verano.
Al menos -y a falta de inversión en obras de infraestructura- las autoridades municipales podrían ejecutar trabajos preventivos en las bocas de tormenta para limpiar el acceso a la masa de agua, sobre todo cuando el alerta por fuertes lluvias regía desde la tarde de ayer.
Sin embargo, no hubo un plan de prevención. Sólo se trabajó sobre la coyuntura y para auxiliar a aquellos vecinos que vieron inundadas sus viviendas, unas 70 personas en la zona sureste de la ciudad.
En las sierras,un promedio alto
El Valle de Punilla y las Sierras Chicas fueron las regiones serranas donde más llovió entre la noche del viernes y el mediodía de ayer.
En Carlos Paz cayeron unos 105 milímetros y en San José de los Ríos, un paraje cercano a Cosquín, las lluvias superaron los 140 milímetros, lo que provocó que el río Yuspe y el río San Francisco incrementaran la crecida del río Cosquín en unos siete metros.
También los ríos Los Chorrillos, que atraviesa Cabalango, y el San Antonio registraron importantes crecidas, de siete y cuatro metros, respectivamente, lo que sumó una importante cantidad de agua al dique San Roque.
En tanto, en La Granja las lluvias registradas alcanzaron los 120 milímetros, la mayor marca en las Sierras Chicas. También crecieron los afluentes del dique La Quebrada, que llegó al tope de su nivel de embalse.
Los ríos de Calamuchita, Paravachasca y Traslasierra también incrementaron su caudal, con un promedio de dos metros en los ríos Anisacate, Santa Rosa, El Durazno y Panaholma, entre otros.
Advertencias oficiales
Diego Concha, director de Defensa Civil de la provincia, dijo que se están tomando todos los recaudos para evitar mayores complicaciones como consecuencia de las lluvias. “Es importante el milimetraje de agua caída en el interior. Eso ha hecho que los ríos de las sierras hayan crecido, como es el caso del San Antonio y el de Los Chorrillos", indicó.
En declaraciones a una radio cordobesa, Concha indicó que se toman también precauciones, pensando en los ríos de las sierras cordobesas.
“Es muy importante circular con mucha precaución y en aquellos lugares donde hay ríos o puentes”, dijo.