A lo largo del año, la costanera ha sido escenario de diversas modificaciones que la Municipalidad de Villa María dispuso en pos de alcanzar, o aproximarse de la mejor manera, el objetivo de que sea cada vez más una vía circulatoria con prioridad para el peatón.
Los pasos peatonales que se están construyendo a lo largo de la arteria que costea el río son los últimos cambios notorios que se están llevando a cabo en el sector. Si bien aún no todos están terminados, ya hubo algunas críticas al respecto, sobre todo apuntando a que ninguno de los pasos, similares a una loma de burro, está señalizado.
Al respecto, el secretario de Prevención Comunitaria y Derechos Humanos, Carlos De Falco, aclaró que eso se debe a que “estamos en proceso de construcción” y adelantó que “en 20 días estaríamos empezando la segunda parte de la obra, que es la señalización con carteles y pintura vial, además de volver a pintar las sendas peatonales”. El funcionario contó que el municipio ya realizó la tramitación administrativa para esta parte de la obra.
“Estamos esperando poder poner en marcha los pasos peatonales y ahí ver cómo funcionan y hasta, incluso, quizás tengamos que poner reductores entre un paso y otro”, contó De Falco.
El secretario de Prevención Comunitaria se refirió a las últimas decisiones que se tomaron sobre el sector, como peatonalizarlo por completo algunos domingos de mayo o hacer una sola mano: “Nosotros lo que hacemos, con toda humildad, a veces es prueba y error, como todo ser humano, y en su momento dije claramente que peatonalizarla era una prueba”.
“La prueba sirvió y dio practicidad en ese momento, pero hay que ubicarla temporalmente porque se hizo en invierno y no es lo mismo que en verano”, aclaró.
De Falco reconoce que el tránsito en la costanera es “una problemática buena” porque “allí tenemos que compatibilizar varios aspectos: los vecinos, las personas que tienen comercios y el ciudadano, no sólo de Villa María, sino también de la región, que se ha apropiado de la costanera”.
Por eso reconoció que “ante esto, nosotros (el municipio) queremos que la costanera sea una vía circulatoria, pero con prioridad para el peatón, queremos que los coches circulen casi a paso de hombre” y confió en que “tenemos la expectativa de que los pasos peatonales se puedan lograr”.
De todas formas, reconoció que “es difícil por la costumbre de la gente de Villa María de salir a pasear en el auto, que es algo cultural”, y dio un dato concreto sobre la gran cantidad de vehículos que hay en la ciudad y, por ello, lo difícil que es ordenar el tránsito: “En el último registro que hicimos hace 15 días, nos dio que tenemos 84.647 rodados entre motos y autos en la ciudad y súmale la gente que viene de afuera los domingos”.