La Cámara del Crimen de Bell Ville dará a conocer mañana la sentencia del juicio que se le sigue a Luis Angel Acevedo, confeso autor del asesinato de Diego Germán Palacios, ocurrido el 30 de octubre de 2012 en la vecina ciudad.
Cabe recordar que al pronunciar su alegato, el fiscal Telmo Alejandro López Lema solicitó una condena de 16 años de prisión para Acevedo por considerarlo autor penalmente responsable de “homicidio simple”, tal como llegó acusado durante la etapa de instrucción.
Sin embargo, el abogado Carlos Víctor Krämer, representante legal de los familiares de Palacios, quienes se constituyeron en la causa como querellantes particulares, pidió que Acevedo sea declarado autor de “homicidio calificado por alevosía” y, en consecuencia, reclamó la pena máxima: prisión perpetua.
Subsidiariamente, el letrado bellvillense solicitó que, para el caso de que el camarista José María Ramón Rocca (a cargo del tribunal unipersonal) considere que Acevedo cometió un “homicidio simple”, se le imponga la pena más severa prevista por el Código Penal para ese delito, es decir 25 años de cárcel.
Por su parte, el abogado José Alejandro Maggi solicitó ocho años de prisión para su defendido, alegando como atenuante de la pena la hipótesis de que el crimen lo haya cometido en “estado de emoción violenta”.
Cabe recordar que Palacios, de 34 años de edad, fue asesinado de 16 puñaladas en su casa de bulevar Eva Perón 330, en la ciudad de Bell Ville.
Acevedo, de la misma edad que la víctima, era un excompañero de trabajo de Palacios y al momento del hecho se desempeñaba como futbolista del equipo de Defensores de San Marcos Sud, que integra la Liga Bellvillense.
Las huellas del calzado del homicida coincidían con las halladas en la vivienda donde Palacios fue encontrado muerto, boca abajo sobre una cama y atado de pies y manos. Esas huellas estaban estampadas cerca de donde se encontró la cuchilla (de 30 centímetros de largo), a una cuadra de la casa de la víctima.
Entre Palacios y Acevedo había una marcada enemistad a partir de que el primero había sorprendido a su excompañero en un robo a la fábrica de golosinas “Palmesano”, donde trabajaban juntos, y lo había denunciado.
Por ese motivo, Acevedo fue despedido y se encontraba sin trabajo y sin dinero. Asimismo, se había separado de su mujer, quien a la vez había sido pareja de la víctima.
Los investigadores concluyeron que se trató de un típico caso de “venganza, odio y resentimiento” y señalaron que en horas de la tarde del día en que se perpetró el crimen, el homicida llamó a la puerta de la casa de la víctima argumentando que quería hablar con él. Palacios abrió y recibió la primera puñalada. Luego, ambos entraron a la casa y el agresor ató al hombre de pies y manos y lo remató. Con posterioridad cerró todo y huyó por los techos.
Fuente: diario “Tribuna”
de Bell Ville