Con una inesperada como preocupante actuación empezó el tercer ciclo de Héctor Arzubialde en un Alumni que cayó goleado 5 a 2 en San Rafael por un envalentonado rival como lo fue Huracán, que logró su tercer triunfo consecutivo. El resultado abultado sintetizó, sin dudas, el flojísimo desempeño de un equipo villamariense y que contrarió todo lo expuesto previo hasta este cotejo.
Alumni, claramente, no fue oposición y ello se acopló a una escasez de aptitud y entereza para sobreponerse a un partido donde futbolísticamente fue superado. Ello fue un combo que derivó en una derrota amplia frente a un rival potente y efectivo.
Alumni soportó el partido después del primer gol y, principalmente, quedó muy sentido tras sufrir otra conquista por otro penal mal cobrado en su contra. Y después de allí fue un cúmulo de errores y desaciertos generales y todo desencantó a su segunda caída en el campeonato, que lo sacó de la zona de clasificación previo a recibir la visita del líder (Jorge Newbery de Villa Mercedes).
Después de unos primeros minutos en los cuales el “Fortinero” consiguió no tener sobresaltos y logró sumar córneres a favor, el local, pasado los 10 m, impuso las condiciones del partido hasta el cierre de la primera parte. En ese lapso extenso del juego, el “Globo” dominó a través de la intensidad que le imprimió a cada acción y, ante la del criterioso y valioso aporte de Valori y Díaz en la zona central, lastimó ensanchando sus ataques (clave el aporte del lateral Rebeco) y por el notable aporte de su dupla de ataque, que ganó siempre a pura potencia y cualidades.
Ante esto, Alumni flaqueó en todos los sectores, se mostró permeable y sin respuestas para detener el impulso dominante del anfitrión; así, comenzaron a llegar las acciones de peligro, en un principio con tiro de media y larga distancia que encontró certeras respuestas de Gerardo Godoy.
El gol empezó a merodear en el área del visitante y la apertura del marcador llegó de la manera que más buscó el local: presión para quitar en campo rival y proyección de Rebeco. Por lo que, a los 21 m, tras un pase atrás errático de “Seba” Godoy, sobrevino el desborde del lateral derecho, quien envió el centro pasado y allí apareció Chacón, quien sacó un remate que el portero no pudo contener y, en el rebote, Morán abrió el marcador. El 1-0 fue una clara muestra a lo largo del partido y, para males en Alumni, el árbitro inventó un penal inexistente, “comprando” una aparatosa caída de Amieva dentro del área en su intento de eludir a Gerardo Godoy. Del penal se hizo cargo el propio delantero y el arquero de Alumni logró atajar, aunque en el rebote corto apareció Sáez, a pura potencia, y anotó el 2 a 0.
Dicha conquista impactó en el ánimo de un Alumni que, pasivo y dominado totalmente, ni siquiera logró tirarle un remate certero al arco rival. Y, a los 45 m, Emanuel Díaz -en una acción que demostró la confianza e impresión futbolística de uno y otro- convirtió el 3 a 0 con un precioso tiro libre.
En la última del partido llegó el descuento de Manzanares -anticipó a todos tras un centro enviado por Liendo en un tiro libre- que parecía darle ánimo al “Fortinero” previo al descanso; sin embargo, nada cambió después del entretiempo, al contrario, se profundizó la superioridad del local y la flojísima producción de Alumni.
El impulso que pareció generar el descuento sólo quedó en una impresión porque el local tardó sólo segundos para volver a lastimar y le aplicó otro “mazazo” a cualquier aspiración de la visita, ya que, cuando sólo transcurrían 40 segundos la poderosa dupla de ataque local combinó y facturó: Sáez habilitó con pase cruzado a Amieva, quien sacó una volea que se incrustó pegado al palo de Godoy.
A partir de allí, el partido estaba sentenciado, más allá del segundo regalo que definió la paupérrima actuación del árbitro (esta vez le dio un penal –tras infracción que no existió- a Alumni) y que le permitió a Sebastián Godoy, tras gran definición desde los 12 pasos, marcar un nuevo descuento (4-2),
Igualmente, Huracán extendió su iluminada actuación en oscura noche del equipo villamariense y sólo anotó un gol más (cabezazo de Sáez al cabecear sólo después de un centro de Morán), aunque generó para proporcionar una goleada histórica.
Y para el cierre de una actuación “desastrosa”, que generó preocupación y replanteos serios en el futuro inmediato, Germán Rivera se fue expulsado porque cometió un error infantil por “tirar un botín” para detener un ataque del rival. Así, con una goleada muy dolorosa, resultó el inicio de la tercera etapa de Héctor Arzubialde que, después de muy pocas prácticas tras asumir, deberá trabajar en líneas generales para sobreponerse de una actuación olvidable, apenas se decretó el final.
La figura
Henry Sáez y Juan Amieva
La dupla de ataque del local estuvo intratable e imparable para la defensa fortinera. Se buscaron en todo momento y, entre ambos, anotaron tres de los cinco goles del partido.
El árbitro
Ariel Blanco Noguera
El juez de Tupungato tuvo una paupérrima labor. Inventó dos penales y nunca brindó seguridad en sus fallos. Influyó en el desarrollo del partido, sobre todo porque el primer penal derivó en el 2-0 de Huracán, a los 30 minutos del primer tiempo.