Si usted pensó que, en materia de baches, lo había visto todo por favor diríjase a la calle Ranqueles al 200 de barrio Barrancas del Río para poner a prueba su capacidad imaginativa.
El pozo, que ya no es tal sino una verdadera barranca, se extiende a lo largo de la calle desafiando hasta al más osado de los conductores que pretenda pasar por allí.
Según los habitantes del sector, el profundo desnivel de unos 40 centímetros de hondo por 50 metros de largo se produjo hace varios meses y nadie, hasta el momento, ha tomado cartas en el asunto.
Algunos vecinos intentaron tapar con ramas el peligroso obstáculo vial, aunque luego desistieron de la idea porque en realidad lo que se debería hacer allí es clausurar la arteria al paso de vehículos.
Cabe recordar que, semanas atrás, una vecina denunció que en la mencionada barriada, los responsables del tendido de la red de gas arrancaron árboles de las veredas y dejaron tras su paso zanjas que luego no rellenaron de manera correcta.
El pasaje de vehículos de gran porte, durante los trabajos de la empresa contratada por el municipio para ejecutar la labor, se maneja como una de las posibles causales que explican el calamitoso estado de las calles de la zona.
Por lo pronto, los frentistas piden que la arteria, poseedora de este verdadero monumento al bache, sea devuelta a la normalidad a la brevedad.

Un clásico

A pesar de que en barrio Parque Norte, las máquinas viales trabajan para asfaltar, en el corto plazo, la avenida Independencia y otras arterias, el acceso desde ruta 158 por calle Marcos Juárez sigue siendo un desastre. La pregunta ya es una obviedad ¿hasta cuándo?