El estrés laboral es uno de los riesgos psicosociales con mayor frecuencia entre los trabajadores y en la Argentina alcanza a ocho de cada diez personas, colocando al país en el cuarto puesto del ranking mundial de ansiedad en la vida cotidiana, según revelan diferentes estudios realizados sobre el tema.
Además, la edad en la que se dispara la patología se ha reducido a tan sólo 25 años, “cuando las responsabilidades laborales suelen incrementarse, trayendo aparejadas consecuencias en el cuerpo si no se tratan los síntomas a tiempo”, advirtió Carola Maierowicz, directora del Primer Congreso Latinoamericano de Masajes, que se realizará en Buenos Aires del 7 al 9 de noviembre.
“Atender los primeros síntomas, llevar una alimentación sana, realizar actividad física y recurrir a profesionales que permitan reducir y eliminar las tensiones a través de distintas terapias y masajes es fundamental para alcanzar una mejor calidad de vida”, detalló la especialista.
En igual sentido, Maierowicz indicó que “los datos de muchos estudios son contundentes respecto de las consecuencias que genera sobre el cuerpo el exceso de tensiones laborales”.
Por ejemplo, una investigación de D’Alessio IROL reveló que el 80% de los trabajadores argentinos dice padecer estrés laboral y la mitad lo sufre de manera frecuente, diaria o semanal.
Asimismo, el estudio precisó que la edad en que se dispara la patología se redujo a 25 años.
Investigaciones avaladas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) coinciden también en que ocho de cada diez argentinos admiten padecer estrés laboral, aunque sea de forma esporádica, al igual que un estudio de la Sociedad de Medicina del Trabajo de la provincia de Buenos Aires, que revela que este padecimiento es uno de los riesgos psicosociales que más afecta a los trabajadores.
Según una investigación del Hospital Alemán, que ganó como mejor trabajo científico, los estresores más importantes están relacionados con la sobrecarga de trabajo, la excesiva responsabilidad y, fundamentalmente, la sobrevaloración de las nociones de éxito o fracaso.
Además, también influye el clima relacional que se puede dar en el ámbito laboral.
“Siete de cada diez causas de ausentismo laboral están directamente relacionadas con los trastornos músculo-esqueléticos y el estrés”, detalló Paula Estravis, también directora del Primer Congreso Latinoamericano de Masajes.
El estrés y la ansiedad van de la mano. El 68% de los consultados por el Programa de Control de Estrés de Mara Diz padece preocupaciones frecuentes, el 64% vive pensando en tareas futuras en lugar de disfrutar el presente y el 41% siente que no tiene tiempo suficiente para finalizar sus tareas y tiene la constante sensación de que nunca va a llegar.
“Todos estos son indicadores bien definidos de síntomas de ansiedad, que terminan en diferentes cuadros de estrés”, comentó Estravis.
El mismo estudio reveló también que el 60% sufre de contracturas frecuentes, el 59% empieza a perder rápidamente la paciencia, el 58% está más impulsivo, agresivo o más insatisfecho que lo usual y el 54% padece de insomnio o duerme mal.
El ranking global de ansiedad en la vida cotidiana realizado por JWT muestra que la Argentina se ubica cuarta, con el 79%, detrás de Japón (90%), Rusia (84%) y Arabia Saudita (82%).
“Para contrarrestar estas consecuencias negativas que genera el estrés sobre las personas, en los últimos 20 años se ha comenzado a difundir el arte del masaje en forma masiva, dado que antes sólo se conocían los estéticos (reductores, modeladores, anticelulitis, entre otros)”, precisó Maierowicz.
Estravis, por su parte, indicó que “cada vez son más las empresas que ofrecen terapias antiestrés, como compensaciones para mejorar la calidad de vida de sus empleados y aumentar la productividad”.
Actualmente, existen escuelas con dos mil, tres mil y hasta cinco mil alumnos egresados en estos los últimos 20 años, “profesionales del masaje que han encontrado una muy interesante salida laboral”, concluyeron las especialistas.
Dos tipos distintos
Eustress (positivo): su función principal es la de proteger el organismo y prepararlo frente a posibles amenazas o situaciones que requieren de todas las capacidades físicas y mentales para realizar una determinada tarea. Es un estado en el que el organismo logra enfrentarse a las situaciones difíciles e incluso puede llegar a obtener sensaciones placenteras con ello. En el contexto laboral sería la situación ideal de equilibrio.
Distress (negativo): se da como resultado de una respuesta excesiva al estrés o prolongada en el tiempo, que puede dar lugar a desequilibrios físicos y mentales, saturando el sistema fisiológico. Además, esta respuesta excesiva acaba por reducir la capacidad de atención, de decisión y de acción, perjudicando también las relaciones con los demás, al modificar nuestro estado de ánimo.