El conocido dirigente político villanovense Osvaldo Soberbio quedó ayer a un paso de ser absuelto en la causa penal iniciada por el exsubsecretario de Seguridad Ciudadana, Fabián Pastorak, luego que el fiscal de Cámara planteara que el hecho de “amenazas” que se le atribuye prescribió a mediados de septiembre y tras considerar que no hay elementos de prueba como para condenarlo por “coacción”.
El juicio oral y público concluirá el próximo martes, a las 14, oportunidad en la que el exconcejal y excandidato a intendente de Villa Nueva pronunciará sus “últimas palabras” antes de escuchar la sentencia del juez René Gandarillas.
Sin embargo, a partir de lo que sucedió en la víspera en la sala de audiencias de la Cámara del Crimen local, todo parece indicar que Soberbio obtendrá un veredicto absolutorio, ya que el fiscal Francisco Márquez sostuvo que uno de los ilícitos que se le endilga quedó sin efecto por el paso del tiempo y con respecto al otro dijo que no existen pruebas fehacientes que deriven en una posible condena.
La Fiscalía
Al pronunciar su alegato, el acusador público sostuvo que el delito de “amenazas” prescribió el pasado 14 de septiembre (hace apenas 26 días), fecha en la que se cumplieron los dos años de plazo máximo que fija la ley para la vigencia de la acusación en este tipo de calificación legal.
Con respecto a la “coacción” (intimidación proferida con el propósito de obligar a otro a hacer, no hacer o tolerar algo contra su voluntad), Márquez precisó que ninguno de los testigos declaró haber escuchado lo que Pastorak afirmó en su denuncia, cuando refirió que Soberbio le advirtió que si no le devolvía el auto, lo iba a matar.
“La prueba objetiva no acredita la coacción; todos los hechos, tal cual aparecen descriptos por los testigos en el expediente, encuadran en la figura penal de las amenazas, y por estar extinguida la acción penal por el paso del tiempo, ya prescribieron”, puntualizó el titular del Ministerio Público.
Al cabo de media hora de exposición, durante la cual analizó minuciosamente los testimonios de las personas que presenciaron el incidente protagonizado por Soberbio y Pastorak, el fiscal de Cámara concluyó su alegato señalando: “No puedo pedir pena”.
La Querella
Distinta postura adoptó el letrado Marcelo Martín Silvano, representante de la Querella, quien consideró que sí hay elementos de prueba como para que el otrora legislador de Villa Nueva sea condenado por “coacción” y, en consecuencia, pidió una pena de dos años y cuatro meses de prisión de ejecución condicional, es decir en suspenso.
El abogado que patrocina a Pastorak se basó en el testimonio del vecino Marcelo Gastón Medina, quien el día de los hechos (4 de abril de 2011) había ido al Corralón Municipal para retirar su vehículo particular.
Sin embargo, de la declaración del testigo no surge puntualmente que Soberbio le haya dicho a Pastorak “te voy a matar si no me devolvés el auto”, tal como lo aseguró el exfuncionario del intendente Guillermo Cavagnero.
Sobre las “amenazas”, Martín Silvano dejó a criterio del juez Gandarillas la valoración de si las mismas ya prescribieron, como lo sostuvo el fiscal.
Antes de concluir su exposición, el abogado de Pastorak le dedicó un párrafo especial a Soberbio, a quien le recomendó que se haga un “tratamiento psicológico para sacarse de encima el peso de su apellido”.
La Defensa
El tercer y último alegato de la jornada fue el del abogado Luis Caronni (ejerce la Defensa de Soberbio junto a su hijo Lisandro), quien no sólo adhirió al planteo absolutorio formulado por Márquez, sino que además consideró que las amenazas no fueron tales.
Caronni dijo que, en realidad, se trató de una “invitación a pelear” que le hizo el exconcejal a Pastorak, producto de la “calentura” que tenía en ese momento porque le habían quitado el auto en un control de tránsito.
“No hay pruebas de que haya habido coacción. Tampoco las amenazas fueron tales, y si existieron, están totalmente prescriptas”, enfatizó el letrado villamariense, quien pidió la absolución lisa y llana de Soberbio, e incluso reclamó que las costas del proceso estén a cargo de la Querella (Pastorak).
Declaró Soberbio
Ni bien comenzó la audiencia de la víspera y antes de los alegatos de las partes, el exconcejal villanovense declaró sobre los hechos que se le atribuyen.
Por espacio de media hora, Soberbio le adjudicó lo sucedido a “cuestiones políticas” y dio a entender que había sido víctima de una represalia por parte de las autoridades municipales, ya que él, habitualmente, era muy crítico de la Administración Cavagnero a través de Radio Popular Latina, la emisora de su propiedad que tenía por entonces.
Mientras Soberbio se refería a los hechos que derivaron en este proceso penal, su esposa, la también exconcejala Olga Vivas, seguía atentamente la declaración sentada en la sala como un espectador más del debate.
En un determinado momento la mujer comenzó a sollozar, aunque agachó la cabeza y su actitud pasó casi inadvertida para los presentes, incluso para su marido.
Durante su exposición, Soberbio se declaró “culpable” de no haber tenido en su poder la documentación que le requirieron las inspectoras de Tránsito que lo retuvieron en un control vehicular, cuando circulaba por las calles de Villa Nueva a bordo de una Renault Kangoo de su propiedad.
El exedil reconoció que había cometido una infracción, aunque dijo que después de eso fue víctima de una suerte de venganza política que derivó en los incidentes ocurridos en el Corralón dos días más tarde de habérsele secuestrado su rodado.
Soberbio reiteró una vez más que Pastorak lo había golpeado en la zona genital cuando se produjo el altercado en la sede municipal, circunstancia que motivó el procesamiento del exfuncionario durante la primera etapa de instrucción de la causa, aunque tiempo después fue sobreseído por la Justicia.