“¿Dónde me anoto para el chinchón?”, pregunta una señora y sale disparada con el bastón hacia la mesa de inscripción, apurada porque está por empezar el acto de inauguración.
El espíritu y las ganas con las que los más de tres mil abuelos disfrutaron ayer de las XIII Olimpíadas Recreativas de Adultos Mayores contagian.
Desde las 10 y hasta las 18, el salón Bomarraca del Instituto Bernardino Rivadavia fue el escenario en el que delegaciones de abuelos de toda la provincia realizaron distintos tipos de actividades y juegos, “pero también algunos venimos simplemente a charlar un rato”, contó Elena, junto a un numeroso grupo de Carlos Paz.
El evento fue organizado por el Consejo Asesor de Adultos Mayores y el área de Desarrollo Social de la Municipalidad de Villa María. Verónica Vivó, titular de esta cartera, destacó “la jovialidad que tienen y las ganas de divertirse y disfrutar”, y aseguró que “transmiten a los jóvenes, así es un placer poder trabajar con ellos”.
Para Vivó, esta iniciativa “son actividades que el intendente hace para que los adultos mayores puedan ser partícipes de cada una de las políticas de Estado que hay para ellos”.
Si bien el evento comenzó por la mañana, el número más grande de participantes se vio después del mediodía. A lo largo de la jornada, los abuelos compartieron actividades recreativas y lúdicas como juegos de cartas o de mesa; se hizo una muestra de talentos en donde representantes de cada delegación pudieron exponer coreografías, obras y diferentes propuestas; y la elección de la Rey y la Reina de las Olimpíadas. “Es una de las cosas más esperadas por todos ellos, muchos hacen más de un mes que nos confirmaron quienes eran sus candidatos”, contó Vivó.
De todos lados
“Venimos todos los años porque es algo lindo para nosotros, que no siempre tenemos muchas actividades para hacer y menos con tanta gente junta al mismo tiempo”, contó un señor, con el cartel del Centro de Jubilados y Pensionados de Arroyo Cabral.
Entre los miles de participantes, además de adultos mayores de la ciudad y de Villa Nueva, vinieron delegaciones de Morrison, Carlos Paz, Chazón y Tío Pujio, entre otras localidades de la provincia.
Muchas miradas se llevaron también Norma Faró e Italo Aliscione, la reconocida pareja de patinadores locales quienes brillaron sobre ruedas. “Hace 65 años que empecé a patinar”, resaltó Italo, de 81 años. Normal, 12 años menor que él, recordó que “solo dejé de patinar para criar a mis hijos”. “Somos amigos del alma, de toda la vida, él fue el fundador del patín en Ameghino”, sostuvo Norma. Aún hoy entrenan entre dos y tres veces por semana. Ambos son apenas una muestra de que la juventud no tiene nada que ver con las arrugas que invaden los rostros.
El cierre de la jornada fue uno de los momentos más esperados, ya que se trató de un baile a cargo de la orquesta del maestro Oscar Lucarelli.