A los locatarios de la Terminal de Omnibus de Villa María les cobran en negro más de la mitad del monto que abonan mensualmente por el alquiler de los espacios. Pero, además, cada vez que finaliza el período de arrendamiento, los comerciantes se ven obligados a pagar una “llave”, que es una elevada suma de dinero, también en negro y fuera de cualquier tipo de contrato, sólo para ganarse el derecho de poder renovar el convenio de alquiler del espacio donde están.
EL DIARIO accedió a contratos de locación de espacios y dialogó con distintos comerciantes, quienes revelaron -y, por supuesto, mostraron su fastidio- una situación que se viene repitiendo hace ya, por lo menos, cuatro años.
Según dicen los contratos, “Nueva Terminal SRL” es la empresa de la localidad de San Francisco -representada por los socios Jorge Alberto Bustos y Eduardo Luis Borgogno- que tiene a cargo la concesión de la Terminal de nuestra ciudad. “La locadora es una concesionaria de la Terminal Villa María Sociedad de Economía Mixta (SEM) para la refuncionalización, construcción, remodelación, explotación y administración de la Terminal de Omnibus”, se define a sí misma.
En blanco y negro
En los últimos dos contratos -de tres años cada uno- que esta empresa rubricó con los locatarios de la Terminal se da, en algunos casos, un hecho llamativo: en el de 2010, el costo del alquiler que figura es más caro que el que se firmó, por ejemplo, en 2013 y que está vigente hoy.
¿Bajaron los alquileres después de tres años? “No, cobran en negro la otra parte”, aseguró un locatario. “En el contrato anterior y en el actual, o sea, hace ya cuatro años”.
En uno de los contratos vigentes, figura un monto por el alquiler que es irrisorio para cualquier local comercial en cualquier lugar de la ciudad (no se revela el importe para no identificar la fuente, ya que los montos son variables para algunos locatarios). Pero, adjunto al contrato, en un papel desprolijamente recortado y con lapicera, figura el monto “real” que tienen que pagar y que supera los tres mil pesos. La diferencia -lo que les cobran en negro- es más de dos mil pesos en los casos que constató este medio.
Incluso, los aumentos, también están divididos en para “lo blanco y lo negro”. “Hace poco vinieron a plantear un aumento en el alquiler y dijeron que iba a ser del 30% sobre lo negro y del 20% sobre lo otro”, confió un comerciante, y reclamó: “No te pueden cobrar un peso en negro, pero acá adentro nadie se queja”.
Hasta 50 mil pesos por “la llave”
Otra cosa por la que hay un malestar generalizado entre los comerciantes de la Terminal es el cobro de una “llave” que se les hace para poder renovar el contrato y mantener el lugar en el que están. “Se lo cobran a todos y es totalmente ilegal porque en ningún lado del contrato figura eso y, por supuesto, también en negro”, aclara uno. Los montos, según dijeron, son de alrededor de 30 mil pesos para los locales más pequeños y unos 50 mil pesos para los de mayor tamaño. Pero ninguno especificó un monto exacto porque desconocen si a todos le cobran lo mismo.
“Sobre la finalización de mi contrato, allá por 2010, un día me dijeron que había varios interesados en ocupar el lugar que yo ocupo porque dicen que era un lugar estratégico. Me dijeron que han ofrecido una “llave” de determinado monto y tenía que igualar lo que ofrecían para quedarme. Así empezó eso del cobro de la llave y ya van dos veces que la cobran”, detalló otro comerciante.
Otro de los locatarios contó que “con ese tipo de comentarios lograron generar un mal clima entre los locatarios, diciendo que tal se quería quedar con el lugar de tal, y así hicieron que nadie se hable más con nadie acá adentro”.
Sólo uno de todos los comerciantes que alquilan en la Terminal no pagó la famosa “llave” porque “vía carta documento les pedí que me permitieran acceder al pliego de licitación y les dije que si no estaba, no lo pagaba; todavía estoy esperando respuesta, que no la tienen, porque eso no figura en ningún lado”.
“¿Y Julio Ferro?”
“Está claro que él sabe de esto”, responde un vendedor cuando se le consulta acerca de Julio Ferro, titular de la Sociedad de Economía Mixta Terminal Villa María. “El tiene que saber de esto porque debería controlarlos, sabe que nos cobran en negro”, se quejó.
“Nunca nos reunió para decirnos si estaba bien o mal esto de la llave que nos cobran, no nos defiende, no defiende nuestros intereses, pero nunca hubo ni siquiera una charla con él, por lo que no nos queda otra que pensar que está con ellos en este negocio”, acusó el comerciante sobre el exconcejal y exdirector de la Fábrica de Pólvoras, Julio Ferro.
Damián Stupenengo