Pidió un té y se dispuso a la entrevista con una sonrisa. Tuvo un día agitado, primero en Río Tercero, luego en Villa María. El cansancio depositó pequeñas huellas en su rostro pero no le restó energía.
Nos referimos a Gabriela Michetti, una mujer que apuesta a una forma de hacer política diferente, que no cree en los egos y que piensa en lo colectivo.
La posición del PRO en Villa María fue el puntapié inicial en la extensa charla con la senadora nacional.
“En Villa María tenemos un equipo que viene desde hace mucho tiempo, que es poco común, porque nosotros en el interior empezamos a trabajar en 2007, 2008, en algunos puntos, recién ahora estamos más fuertes. Lo de Villa María es un caso particular porque empieza en 2003, 2004, donde Darío Capitani se suma y empieza a trabajar y lo conduce, lo fortalece. Y lo estamos viendo crecer, como nos está pasando en todo el país, porque la posibilidad de que Mauricio Macri sea uno de los candidatos a presidente con reales posibilidades de llegar, empieza a ser un tema de conversación, de sondeos, entonces eso hace que los equipos locales se sientan fortalecidos.
Si bien Darío no ha definido ser candidato a intendente aún, él se irá tomando su tiempo para ver cómo se va formando el espacio, qué tipo de acuerdos vaya haciendo. Cada realidad local es diferente y eso el PRO lo tiene muy claro y es muy respetuoso.
Las cosas que son como alianzas más partidarias, nos parecen un poco forzadas porque tiene que aunar a gente que creció en ámbitos políticos muy diversos y tuvo históricas diferencias y se lo está forzando a una cosa que los dirigentes no sienten razonable ni los ciudadanos sienten razonable.
Entonces somos muy respetuosos de los armados locales con una base, claro, una base tiene que unirte.
¿Cuál es la base fundamental para los acuerdos?
La base de los valores que nosotros creemos tiene que tener la política en 2015. Una política que sea de la gente, que el político no se crea superior, que sea un ciudadano más, una política que resuelva problemas, que está ligada a la gestión de los recursos.
Hubo demasiado tiempo en que la política juntó los recursos y la hora de distribuirlos no fue para la gente, sino para la política o a los fines de las estrategias y tácticas de los propios políticos.
Compartir la visión de no estar peleados el sector privado y el sector público. Hay una especie de mito en que lo distributivo es progresista pero primero tenés que generar riqueza o sea que hace falta una asociación entre lo público y lo privado.
Esto no quiere decir que le vas a dar al sector privado todo lo que quiere. El Estado se ocupa de regular lo que tiene que regular y dejar que también fluya la creatividad, la iniciativa, y a los que arrancan darle la facilidad para que puedan hacerse fuertes.
Con estos valores, tratar de armar los equipos locales. En Villa María con la conducción de Darío.
¿Tiene conocimiento o alguna opinión sobre el intendente que tiene la ciudad?
Sí, Accastello. Lo que no puedo es opinar sobre la política de él. Lo que tengo conocimiento es que es una persona que ha tenido diálogo y que tiene diálogo con nuestros dirigentes y que es una persona respetada por su acción en Villa María, pero definitivamente pertenece a un espacio político (el kirchnerismo) con el que nosotros tenemos muchas diferencias. Lo que te decía de los valores de cómo hacerse la política, de que no se puede dividir entre blanco y negro a la población, del que está conmigo, el que no está, el enemigo sino tratar de ver si en este siglo de más democratización de la comunicación, del conocimiento si podemos democratizar más el poder.
A la hora de hacer alianzas, ¿qué ideas priman con respecto a las candidaturas?
En cada lugar nosotros priorizamos que la persona que va a ser el candidato, sea el que tenga mayor conocimiento de la gente, representativa de estos valores, que se lleve bien con el equipo que vamos armando, que no sean individualistas.
No nos parece razonable que las cosas se hagan individualmente, sino en conjunto, el trabajo de equipo es fundamental para Mauricio.
Porque el ego no es el tema para jugar, acá es cómo resolvés temas que les preocupan a la gente.
Las candidaturas no es lo que ponemos primero, lo que está hoy, sí, es la candidatura a presidente de Mauricio. Se trabajó mucho para eso.
La política está signada por los personalismos...
Sí, hoy en la política argentina es muy difícil romper los personalismos, pero nosotros creemos que Mauricio puede ser una transición muy positiva en la Argentina porque es una persona que tiene ideología pero no está ideologizada que es muy distinto.
Una cosa es
tener ideología que quiere decir tener unos valores, unos principios, una visión del mundo, qué querés del país y otra cosa es que vos defiendas a capa y espada tu visión como si tuvieras una verdad única, esa es la ideologización.
¿Qué siente usted, con su filosofía de vida, cuando les dicen ‘ustedes son los de derecha’?
Creo que en algunos casos es prejuiciosa por ignorancia de lo que somos y cómo actuamos.
En otros casos es de malicia. Porque la derecha está ligada a los militares, a los sectores reaccionarios, al liberalismo extremo que deja al Estado sin control. Todo el mundo sabe que decir la derecha es despectivo, cosa que no es despectivo en otros países del mundo. La mayoría de los países hay derecha e izquierda y se van alternando.
Aquí no. Entonces yo siento que es una categoría vieja, 2014 es un año muy avanzado del Siglo XXI como para seguir pensando en categorías de la Guerra Fría.
Son categorías que surgen en un momento del mundo que no tiene nada que ver éste. El avance de la tecnología, de la comunicación ha hecho que vos puedas tomar algunas cosas pero la complejidad de la conducción de una sociedad es tal, que simplificar de ese modo es brutal.
Yo siempre les digo que tomen cinco años de la ciudad de Buenos Aires y no hay con qué darle. El Estado empezó a aparecer en la ciudad de Buenos Aires de 2007 en adelante.
Antes me ponía mal, cuando decían eso de la derecha pero hoy lo considero algo muy liviano, si yo tuviera que decir una ideología de Mauricio diría que es desarrollista.
En Córdoba, parte del radicalismo considera que en una alianza con el PRO, el candidato lo tienen que poner ellos.
Nosotros tenemos la convicción de valorar a las personas que tienen la representación. Somos conscientes de que si hay alguien con el que podamos entendernos y que podamos trabajar bien juntos y es más representativo no nos vamos a oponer.
Nosotros creemos que la política no está dividida de la misma forma que los ciudadanos. Los ciudadanos no están dividos entre radicales, peronistas de Massa... No hay una explicación razonable de cómo se divide la gente.
Por eso nosotros creemos que se puede armar algo nuevo y apostamos que el PRO vaya más allá del macrismo.
Que pueda ser un partido que trascienda a Macri, Michetti o Pinedo. No como estos esfuerzos que se hicieron (habló del Frepaso y de otros) y terminaron en la nada porque fueron personalistas.
La idea es hacer una organización que nos trascienda.
¿En 2015, ve un panorama de fragmentación similiar a 2003?
Creo que 2015 va a ser una representación fragmentada. No está mal que la política termine fragmentada en términos de poder, porque me parece que eso les va a obligar a todos a hacer los esfuerzos que por ego, personalismos, no se terminan haciendo.
Creo que obligadamente, va a haber que hacer esfuerzos de ceder, ir conformando un espacio de pensamiento nacional, de todos. La educación tiene que tener un programa de los argentinos, cómo no vamos a poder ponernos de acuerdo en que la calidad de los colegios públicos debe ser la mejor.
Si nadie se lleva por encima al otro y sale un Código Civil con un solo partido, entonces hay posibilidades de hacer acuerdos a largo plazo. Hay una buena posibilidad de que eso nos ayude.
De los otros presidenciables, ¿quién considera con mayor sintonía con Macri?
Nosotros tratamos de no hablar de los otros candidatos. Nosotros competimos con el poder como cualquier partido, pero no ponemos los ojos en los competidores sino en la gente.
Usted habla de vencer el individualismo y ¿cómo se hace?
Si nosotros no logramos vencer la tendencia en pensar en nuestro proyecto personal es difícil. Los que tenemos esa posibilidad, nos tenemos que poner a pensar qué hacemos mal en lo colectivo para que lo colectivo nos funcione mal.
Porque en lo individual a muchos les va bien (da ejemplos de argentinos que trascienden en el mundo) pero cuando tenemos que hacer un trabajo en conjunto es imposible. Esa debilidad es la que tenemos que superar.
Este país lo cambiamos muchos argentinos con una dirigencia que se hace cargo, cambiando nuestra conducta en lo público. Con mayor participación.
De mujer a mujer ¿qué le diría a Cristina?
Tuve una larga conversación con la presidenta a solas en 2009, le diría lo mismo que la otra vez. A mí me da mucha pena que una persona que tiene conciencia de la institucionalidad del país, que sabe lo que es la norma, lo previsible, el pensar en largo plazo, no haya puesto más en juego eso. Que se haya quedado en la coyuntura y ver el enemigo afuera. En ese momento, le planteé la necesidad de más cultura del encuentro y creo que le diría lo mismo.