El fiscal federal Enrique Senestrari aseguró que aún no se decidió el lugar para las pericias que se le realizarán a los cuerpos de los oficiales de la Policía de Córdoba, Juan Alós y Damaris Roldán, en la marco de la causa en la que se investigan supuestos vínculos entre miembros de la División Drogas Peligrosas de la fuerza de seguridad con narcotraficantes.
En declaraciones a Radio Universidad de Córdoba, el funcionario judicial desmintió las versiones respecto de que se haya descartado la realización de las pericias en Buenos Aires, tal como él lo solicitó, para practicarlas en el Hospital Nacional de Clínicas de la capital provincial.
En ese sentido, indicó que el juez federal Ricardo Bustos Fierro, que interviene en la causa, emitió un decreto donde aclara que “aún no se ha dispuesto que se haga en Buenos Aires”, ante un planteo de la Defensa, la cual había solicitado que no se haga fuera de Córdoba.
“Hasta ahora, que yo sepa, no se cambió la idea con Buenos Aires”, dijo Senestrari y consideró que las versiones son producto de “comentarios de gente que todavía no tiene acceso directo al expediente”.
El fiscal federal explicó que su solicitud para trasladar los restos fuera de Córdoba se basó en la falta condiciones que presentaban tanto el Hospital Municipal de Urgencias como el de Clínicas.
“El lugar no me preocupa, lo que me preocupa es que los peritos no sean personas que hayan actuado en la pericia anterior para garantizar que no haya ningún prejuicio, ninguna opinión pre formada”, señaló Senestrari.
Asimismo, recordó que le ha solicitado mayor celeridad a Bustos Fierro en el trámite para que se puedan practicar las pericias ya que le han informado desde el Hospital de Clínicas que “no están dadas las condiciones para una conservación por tan largo plazo del cuerpo”.
Casos similares
Alós, de 34 años, era uno de los policías investigados por presunta vinculación con el negocio del narcotráfico en Córdoba y fue encontrado muerto en la madrugada del 7 de septiembre de 2013, con un disparo de arma de fuego en la cabeza.
El cuerpo del oficial fue hallado en el interior de su vehículo, en las cercanías de Bosque Alegre, próximo a Alta Gracia.
En aquella oportunidad, el fiscal de esa ciudad serrana, Emilio Drazile, confirmó a la prensa que junto al cuerpo había una foto familiar y una carta, a partir de la cual indicó que se trataba de un suicidio.
En tanto, la joven Roldán, de 24 años, quien se desempeñaba en el área de Comunicaciones de la Policía, era la encargada de revisar las cámaras de seguridad de la fuerza.
La noche del lunes 16 de septiembre de 2013 salió de su casa de barrio Santa Isabel, Segunda Sección, de la ciudad de Córdoba, para ir a esperar el ómnibus que la iba a llevar a Jefatura de Policía.
Apareció muerta, con un balazo en la cabeza, en la parada de colectivos, a pocas cuadras de donde vivía. En una mano tenía su pistola 9 milímetros reglamentaria, lo que generó distintas versiones que vinculan ambos hechos.