Escribe Pablo Luba Borggi
La Zona A está más caliente que nunca. Con la victoria de Unión Central, seis son los equipos que tienen grandes chances de clasificar.
El conjunto de calle Rucci disputó el encuentro como una final, quedó a 4 puntos del líder Universitario y le arrebató a Alumni la posibilidad de subirse a lo más alto.
El partido que cerraba la novena fecha se jugó en el “pozo” riverplatense de barrio Almirante Brown. Los dos equipos acusaron físicamente el desgaste de jugar bajo un sol agobiante y más que “jugar”, sufrieron el primer tiempo. Bastante trabado, con más arrebatos individuales que juego en conjunto. Los remates desde larga distancia abundaban y eran las únicas aproximaciones de ambos equipos al arco rival.
Unión Central llevó peligro a través de Marinelli, Moyano y Solís. Alumni por medio de Ramírez y Ripa.
El calor hacía mella en el ánimo de los jugadores de ambos planteles y comenzaron rápidamente a cargarse de amarillas porque el árbitro cordobés Ignacio Bustos estaba poco permisivo. Para peor, el desánimo se notaba en cada jugada y la imprecisión era la protagonista principal.
Sin embargo, todo cambió cuando un centro mal despejado encontró en el área fortinera a Cristian “Coco” Reynoso y el experimentado defensor aurinegro remató con potencia, quebrando la resistencia de un Leonel Luciani, que nada pudo hacer luego de que el balón le jugara una mal pasada y le picara antes de ingresar al arco.
El descanso agarró mejor parado al conjunto local, que había logrado abrir el marcador cuando nadie lo esperaba. Ahora Alumni era quien tenía el peso de ir en busca del empate y la posterior victoria para alcanzar la punta.
Sin embargo, más allá de las intenciones del fortinero, quien dominó en el complemento fue Unión Central.
El aplomo conseguido luego del gol de Reynoso le permitió pararse mejor en la cancha y pensar con tranquilidad el partido. El tándem Solís-Ledesma se adueñó del mediocampo y la línea defensiva se mostraba firme y ordenada.
Alumni, en el debut de Víctor Bengoa como técnico, intentaba progresar, pero carecía de ideas y peso ofensivo. Le faltaban las “figuras” al equipo y la falta de personalidad se evidenciaba. Al notar esto, inteligentemente los dirigidos por Negrette se replegaron unos metros para contratacar con más espacios y claridad, ya que el albirrojo no lastimaba y quedaba mal parado en defensa.
Así fue que Paul Marinelli en una de las tantas incursiones, encaró al juvenil Kranevitter, quien no tuvo más remedio de “bajar” al 10 local y se fue expulsado. Para peor Solís ejecutó un tiro libre de antología decretando el 2 a 0, y en la jugada siguiente el capitán Daniel Ramírez dejó a su equipo con 9 tras una patada descalificadora llena de nerviosismo. En dos minutos, los dirigidos por Bengoa pasaron de soñar con el empate a bajar los brazos definitivamente. Si era complicada conseguir la igualdad, por el juego mostrado, imposible iba a ser remontar los dos goles de desventaja con dos jugadores menos.
La derrota de Alumni ya estaba consumada. Los últimos 15 minutos sirvieron sólo para ver la infantil expulsión de Fernández, que pateó el balón lejos cuando ya estaba amonestado, y el 3 a 0 conseguido a los 46 minutos por Leandro “Chapu” Ledesma, luego de conectar de derecha un centro preciso de Moyano.
Unión ganó con comodidad y justicia, goleó a unos de los mejores equipos de la zona y se colocó definitivamente el traje de candidato. Alumni volvió a sufrir lo mismo de los últimos años: muchos juveniles, un equipo que cambia fecha tras fecha, figuras importantes que se van al plantel del Argentino B y duras derrotas en los momentos menos esperados. El fortinero aún está posicionado en zonas de privilegio y deberá reponerse rápidamente si quiere clasificar a play off y revalidar el título conseguido el torneo pasado.
Federal B
Por el Torneo Federal B, se informó ayer que Alumni jugará el próximo domingo, a las 20.30, en Coronel Moldes, donde visitará a Alianza de esa ciudad, por la séptima fecha del certamen.
Las figuras
Solís y Ledesma
Se mostraron sólidos en mitad de cancha y fueron el sostén principal del equipo. Las jugadas de gol se generaron siempre por su zona (derecha) y además marcaron un gol cada uno.
El árbitro
Ignacio Bustos
Dirigió bien. No fue permisivo con nadie y controló un partido por momentos “caliente”.