Mamá y papá: para proteger a tu hijo es importante tener en cuenta que los niños tienen más probabilidad de sufrir lesiones involuntarias que de padecer cualquier otra enfermedad grave. Estas lesiones pueden evitarse. Por eso es muy importante aprender cómo prevenirlas.
Estas son sugerencias de tu pediatra, de Fundasap y de la Subcomisión de Prevención de Lesiones de la Sociedad Argentina de Pediatría.
La llegada del bebé es un momento muy especial para una familia. Nos damos cuenta de la necesidad de cuidados en los que nunca habíamos pensado. Sabemos que dependen enteramente de nosotros y esta responsabilidad nos da fuerzas.
¿Qué tenemos que cuidar especialmente en los primeros días?
En la cuna o moisés: que no tengan bordes filosos. Que no estén fabricados con materiales que puedan astillarse. Que tengan patas firmes y sin ruedas. Que el bebé duerma boca arriba, sin almohada, que tenga espacio para mover libremente su cabeza y que sus pies puedan apoyarse en la parte inferior de la cuna. Que no tenga cadenitas, cordones o cintas que puedan enredarlo. Que no tenga juguetes u objetos pequeños que pueda llevarse a la boca.
Al comenzar con alimentación sólida, ofrecerle bocados pequeños y blandos. Durante la comida, mamá y bebé tranquilos disfrutan el momento.
¿Dónde ubicarlo cuando está despierto? No dejar al bebé solo en un sitio alto (mesa, bebesit, cambiadores, camas). Colocar al bebé en un lugar seguro, como una cuna o corralito, cuando no se puede atenderlo.
Al cambiarlo tener todos los elementos a mano, de modo que no sea necesario darse vuelta o alejarse para buscarlos.
¿Cómo cuidarlo cuando comienza a moverse por su cuenta?
A medida que crece, experimenta y eso es muy bueno para su desarrollo, siempre bajo la mirada del adulto que lo cuida. Los andadores son inútiles y peligrosos. No ayudan a aprender a caminar y posibilitan que los niños se caigan, se lastimen, se quemen o alcancen objetos que pueden dañarlos. Por eso aconsejamos no usar andador.
No manipular líquidos calientes con el bebé en brazos, ni usar manteles que el bebé pueda tirar y echarse encima alimentos o líquidos calientes. Proteger estufas, hornos y calefactores. Si el niño se quema, colocar el sitio quemado bajo el agua fría; no colocar cremas ni otras sustancias. Cubrir con una venda o trapo limpio y seco y llevarlo rápidamente a la guardia.
Medicamentos y sustancias tóxicas deben estar fuera de su alcance.
¿Qué cuidados tomar al salir de casa?
El traslado de bebés en automóvil debe realizarse en sillas de seguridad desde el primer día de vida del bebé, fijadas en el asiento trasero, en sentido contrario al de la marcha del vehículo. En colectivos y otros transportes públicos, no viajar en el primer asiento; pedir ayuda si es necesario para subir y bajar por la puerta delantera. Es muy peligroso transportar bebés en bicicletas o motos. Tomar precauciones cuando se visita casas de abuelos o amigos que no están organizados para recibir un bebé.
Dra. Jorgelina Nicola,
pediatra
MP 34222