La Dirección de Calidad Alimentaria de la ciudad de Córdoba, a través de una investigación encontró escherichia coli en bandejas de verduras. Las más contaminadas resultaron las “listas para usar” con una contaminación fecal del 17,2% y un 4,5 % en las del Mercado de Abasto. También en hipermercados y algunas firmas habilitadas.
Cerca del 75% de las mezclas de hortalizas no tenía datos sobre el lugar de procedencia, domicilio inexistente o datos falsos de análisis de laboratorio. Se constató además, que algunas verdulerías lavaban las hortalizas en la bacha del baño. Todos datos muy preocupantes.
Cuando un producto está contaminado con la bacteria escherichia coli quiere decir que ese alimento estuvo en contacto con materia fecal.
¿Qué es la escherichia coli?
Es una bacteria que se halla normalmente en el intestino de los seres humanos y animales.
En general, no producen enfermedad, sin embargo algunos tipos sí, como la escherichia coli enterohemorrágica (EHEC) que puede desarrollar insuficiencia renal aguda especialmente en niños (Síndrome Urémico Hemolítico-SUH) y trastornos de coagulación en adultos (Púrpura Trombocitopénica Trombótica - PTT). La enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y con el sistema inmunológico deprimido.
En Argentina, se registran 350 casos de Síndrome Urémico Hemolítico por año.
Las personas pueden infectarse con escherichia coli enterohemorrágica: comiendo comida contaminada, bebiendo agua contaminada, por contacto directo con animales de granja o sus heces, por bañarse en aguas y/o piletas contaminadas, por contacto con personas infectadas o con sus heces.
El riesgo de contaminación en las verduras ocurre cuando se riegan con agua contaminadas, en especial las de hoja como lechugas, espinaca, rúcula, perejil, etcétera ya que concentran más bacterias.
También hay otras bacterias patógenas asociadas a las hortalizas frescas, como shigella, salmonella, listeria, campilobacter, clostridium y staphylococcus.
Hay que aclarar además, que cuando se detecta e. coli, es indicio de la existencia de otros gérmenes tales como los virus de la hepatitis A y E.
Dada la severidad de la enfermedad, a lo largo de toda la cadena alimentaria deben tomarse medidas de prevención para reducir el riesgo de infección. Son responsables de aplicarlas todos los involucrados: productores agropecuarios, procesadores, distribuidores, vendedores y consumidores.
Recomendaciones para prevenir escherichia coli y todas las Enfermedades Trasmitidas por los Alimentos (ETA).
Qué hacer en casa
Lave siempre sus manos con agua y jabón antes de manipular alimentos, después de haber ido al baño, cambiado pañales o acariciado a sus mascotas y entre la manipulación de alimentos crudos y cocidos. Asegurarse también de lavar las manos a los niños, con agua y jabón después de ir al baño o tengan contacto con animales.
Separe alimentos crudos de cocidos.
Realice una adecuada higiene y desinfección de las superficies y utensilios entre la manipulación de alimentos crudos y cocidos.
“Una cocción adecuada de los alimentos elimina a la bacteria”.
Cocine completamente las carnes, hasta la ausencia de jugos rosados. Si posee un termómetro, la temperatura debe ser superior a 72º C en el centro del alimento.
El microondas cocina de manera desigual y deja ‘puntos fríos’ en el alimento, donde las bacterias patógenas pueden sobrevivir, para evitar esto rote el alimento durante la cocción.
Lave todos los vegetales y las frutas bajo chorro de agua potable o utilizando agua clorada (dos gotitas de lavandina por litro de agua, dejar reposar 30 minutos previo a su uso). Lave hoja por hoja cuando prepare ensaladas y agregue limón o vinagre 10 minutos antes de consumirla.
Las verduras en lo posible consumirlas hervidas y las frutas peladas.
No consuma leche ni productos lácteos que no hayan sido pasteurizados.
Descongele los alimentos en la heladera o en microondas. Si opta por esto último, cocine el alimento inmediatamente luego de descongelarlo. No descongele a temperatura ambiente ni lo aproxime a una fuente de calor o bajo el chorro de la canilla. No vuelva a congelar un alimento que ya fue descongelado, pues ello favorece la contaminación con microorganismos y proliferación.
Higienice su heladera y/o freezer periódicamente.
Evite el contacto de alimentos y áreas de cocina con insectos, mascotas y otros animales.
Las personas que elaboren alimentos para la venta deben:
Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de tocar los alimentos, después de haber ido al baño, luego de manipular objetos antihigiénicos (dinero, basura, cajas, etcétera), tocarse el pelo, la cara, la nariz u otras partes del cuerpo, luego de tocar alimentos crudos,
Usar cabello corto o recogido y las uñas limpias y cortas.
Evitar toser, estornudar o hablar sobre los alimentos y superficies de trabajo.
No fumar, comer, mascar chicle, beber o escupir en las áreas donde se elaboran o intercambian los alimentos.
Evitar manipular alimentos cuando padezca afecciones de piel, heridas, resfríos, diarrea, fiebre o intoxicaciones.
Usar ropa perfectamente limpia durante todo el proceso de manipulación de los alimentos.
Al realizar sus compras
Tome primero los productos no perecederos y deje para el final los productos congelados y perecederos como carnes, pescados y aves. Sepárelos en bolsas plásticas para evitar que los jugos contaminen los demás productos.
El tiempo entre la compra y su colocación en la heladera no debría superar las dos horas.
Evite comprar comidas listas para consumir que se encuentran junto a carnes crudas.
Controle las fechas de vencimiento. No compre alimentos sin fecha, marca o números de registro ni envases en malas condiciones.
No permita que le expendan el pan sin guantes o luego de haber manipulado dinero.
En cuanto a las bandejas de verduras el consumidor debe fijarse que el rótulo posea el lugar de procedencia. Si es del interior, el número de Registro Nacional de Establecimientos (RNE).
Si esos datos no están a la vista, llame y denuncie a las autoridades.
Reforzar la higiene personal y la correcta elaboración de los alimentos son claves para evitar las enfermedades asociadas a escherichia coli.
Dra. Gabriela Demilta,
médica veterinaria
MP: 3619