En el marco de la serie de charlas con funcionarios de Agricultura, el jueves último se llevó a cabo la programada en Villa María, a la que asistió el funcionario de la Subsecretaría de Lechería de la Nación, Roberto Socin.
El tema que abordó fue el “Sistema de Pago de Leche por Calidad, Composicional e Higiénico-Sanitaria”, puesto en vigencia en el año 2011 y que aún no alcanza a todos los productores.
Actualmente, son 18 industrias que compran el 65% de la leche producida en el país que se adhirió al sistema.
“El Estado no quiere imponer el sistema y por eso se da tiempo a las industrias más chicas para que se acomoden y lo empiecen a utilizar. Los productores aspiramos a que en el corto plazo el total de la lechería se abone con ese sistema”, dijo Diego Manavella, presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec).
De todos modos, destacó las bondades del sistema que permite conocer la calidad de la leche que se produce en el país, dado que se cargan los datos de los pagos por calidad y se puede observar la composición de la materia prima.
“Esos datos nos arrojan algunas conclusiones. Una es que los productores tenemos que empezar a mirar hacia adentro y pensar que podemos mejorar. Aún está faltando mucho por hacer en materia de higiene y sanidad”, dijo.
El otro dato que señaló como importante es que “este sistema demostró que los tambos más chicos producen leche de más calidad”.
Recordó que cuando se implementó la Liquidación Unica hubo objeciones indicando que iba a perjudicar a los productores más chicos porque iban a percibir menos por cada litro de leche, dado que no podían competir con la calidad de los grandes establecimientos. “Quedó demostrado que ese temor era infundado”, indicó.
Una larga historia
Roberto Socin fue el encargado de mostrar las bondades del sistema de Liquidación Unica a los productores reunidos en Villa María. El funcionario de la Subsecretaría de Lechería de la Nación trazó un panorama histórico recordando que el primer antecedente del pago por calidad data en el país de 1963, cuando se comenzó a abonar por kilo de grasa.
La historia fue modificando reglas y en el año 91 se dejó a merced de la negociación individual el valor que se abonaba en la leche, lo que provocó las conocidas dificultades del sector. Aseguró que en la actualidad, con el sistema implementado desde 2011, se reivindica el pago por calidad y puso a disposición de los productores un simulador que da cuenta cómo funciona el sistema.