Jorge Taiana nació en Buenos Aires, el 31 de mayo de 1950. Durante la década del 70 fue un activo militante de la JP “Descamisados”. En 1973 estuvo en la Jefatura de Gabinete del Ministerio de Educación. En 1975 fue encarcelado y estuvo siete años privado de su libertad. Es licenciado en Sociología, ocupó el Ministerio de Relaciones Exteriores de 2005 a 2010. Es legislador de la CABA y precandidato presidencial del Frente para la Victoria
Jorge Taiana ya está en campaña. Con su estilo conciliador, sus modales diplomáticos, su modo pausado de hablar, va llevando por distintas localidades su visión del país.
Habla de lo que se hizo y de lo que es necesario hacer para profundizar el proyecto encabezado en 2003 por Néstor Kirchner y continuado por Cristina Fernández de Kirchner. Observa con optimismo el futuro económico del país y cree que a pesar del momento de bajo crecimiento que atraviesa el país, la onda ascendente volverá en breve.
En su paso por Villa María, le pedimos unos minutos de su tiempo para hablar sobre la situación internacional, un tema que conoce muy bien.
En la Redacción de EL DIARIO compartimos la charla y su mirada sobre el país en el contexto internacional abrió el fuego.
-¿Cómo está posicionada la Argentina hoy en el mundo?
-La Argentina está bien. Forma parte de varias cosas, es parte activa de las Naciones Unidas, del Mercosur y es un miembro activo del Grupo de los 20, que es un grupo muy selecto de países.
Indudablemente, todavía no hemos podido solucionar completamente la situación con los mercados financieros que dejó el gran default de 2001-2002. Eso ha teniendo un encaminamiento, porque la Argentina tuvo una estrategia para solucionar eso, estrategia que pasó por varios pasos: primero arreglar la deuda acá, después la primera regularización de la deuda, luego el pago al Fondo (Monetario Internacional), que tenía el sentido de evitar las condiciones del Fondo.
La necesidad de recuperar autonomía nos llevó a pagar y después estuvo el primer intento de pagar al Club de París, que no se pudo concretar por la crisis mundial, que fue un elemento que alargó los plazos.
Luego, estuvo la segunda negociación de la deuda y ahora avanzábamos hacia los tramos finales de solucionar todos los pendientes de la enorme crisis financiera, arreglar con Repsol (una de las medidas más trascendentales para mí de este Gobierno), el arreglo con el Club de París y el obstáculo que surge es el fallo de Griesa a favor de los fondos.
-¿Cómo definiría al fallo de Griesa?
-Es un fallo muy desafortunado, muy alejado del interés general. La falta de respeto del fallo de Griesa a la reestructuración soberana de deuda es escandalosa.
El respeto a una reestructuración de deuda es la forma de solucionar problemas y hace que los acreedores finalmente puedan acordar con los países formas de pago convenientes para los dos.
Poner en jaque una reestructuración de deuda como ha hecho el fallo de Griesa es una cosa inapropiada y bastante irresponsable por parte del juez. Eso demuestra el peso que todavía tienen en la economía mundial los fondos especulativos como un elemento central del capital financiero.
-¿Hay manera de cambiar este superpoder del capital financiero?
-Aquí hay dos cuestiones; creo que a la reestructuración de la deuda, la Argentina va a solucionarla después de diciembre porque nadie va a arriesgarse a la cláusula RUFO.
Lo que pasa es que es más grave y no parece tener solución hoy, es el peso que sigue teniendo por decisión de los países desarrollados el capital financiero.
Eso se ve mucho en el G-20, hubo varias propuestas y la Argentina fue muy activa en eso, para limitar los paraísos fiscales y para poner algún límite a las transacciones especulativas.
Y eso fue parcialmente tomado, hubo medidas impulsadas por Alemania y Francia, pero el Reino Unido y los Estados Unidos, que son los grandes defensores de los grandes centros financieros, se opusieron a todo.
Cuando uno mira lo que hizo el juez Griesa, descubre que ese espacio concedido a los capitales especulativos es un espacio políticamente concedido y cedido. En ese sentido, no deberíamos sorprendernos demasiado de un fallo como el de Griesa.
-Pasando a otro aspecto de la política internacional, ¿podremos soñar con la recuperación de Malvinas?
-Tenemos posibilidad, no sólo de soñarla. Nosotros tenemos la soberanía, pero no podemos ejercerla porque están ocupadas por las fuerzas británicas. El ejercicio pleno de la soberanía va a volver, va a volver, si continuamos haciendo tres o cuatro cosas.
Una, si mantenemos la unidad nacional sobre ese tema y en eso las decisiones del Congreso son muy interesantes.
Dos, si mantenemos la firmeza frente al Reino Unido, que es lo que hemos hecho a partir de 2003.
Tres, la negociación va a estar más cerca en la medida que logremos transformar el reclamo Malvinas no sólo en un reclamo de la Argentina, sino en un reclamo en el que se sienta comprometida la región.
Que se sienta comprometida quiere decir que piense que es una cuestión que les afecta a todos los países. Es un problema que afecta a Latinoamérica como tal y para que eso se vea, no hay más que comprender y ver la importancia que en el Siglo XXI están tomando los recursos naturales. Cuando uno mira Malvinas y mira el uso de la fuerza para apropiarse de recursos como la pesca y el petróleo, sabe que la lucha en el Siglo XXI pasa por esos recursos.
Yo creo que los ingleses, finalmente, se van a sentar a negociar y lo harán en el momento en que logremos que sea más costoso para ellos mantenerse sin negociar, que sentarse a negociar. Ese día va a llegar.
-Usted tenía 23 años cuando estaba ocupando un cargo en el Ministerio de Educación en el Gobierno de Perón y en esa época le decían “el Canciller”.
-(Sonríe). Entré al Ministerio con 22 años, casi 23. Siempre me interesó la política internacional, seguía todos los procesos de esos tiempos, la guerra de Vietnam, y como joven peronista, tenía mucho interés en el tema latinoamericano. Recorrí de mochilero toda Latinoamérica, recorrí comunidades, tuve oportunidad de trabajar con ellos.
Y después de 40 años de aquel Gobierno de Juan Domingo Perón, ¿cómo ve el peronismo de hoy, con las divisiones, las luchas internas?
-Siempre hubo aquellos que se apartaron. El peronismo de hoy, del Siglo XXI, es el kirchnerismo. Néstor y Cristina es la forma en que se expresan los valores de justicia social, independencia económica y soberanía política. En estos días lo despedimos a Antonio Cafiero y él veía con simpatía este proceso.
Los que se han apartado, creo que algún día comprenderán su error, pero mientras tanto sirven a intereses que no son los del peronismo ni los de la mayoría del pueblo.
Y el peronismo es, fundamentalmente, servir a los intereses de la mayoría y a los más humildes.
-¿Ve un escenario fragmentado en 2015?
-Creo que en el marco del Frente para la Victoria vamos a trabajar todos juntos.
Frases de la semana
“Me pregunto si yo no hubiera ganado las
elecciones de 2007 y 2011, si hoy tendríamos este Arsat. Los satélites no se pueden derogar”.
Cristina Fernández
de Kirchner
“Quiero ser el presidente del diálogo para terminar con la desunión de la Argentina. Si pudimos en Córdoba, intentaremos hacerlo en la Nación”.
José Manuel
de la Sota
“Así como Eduardo Accastello tiene la
voluntad de ser
gobernador, este equipo tiene la misma voluntad con Martín Llaryora”.
Darío Luna
“Estoy muy gratificado por poder estar aquí con Accastello”.
Jorge Capitanich
“Al Partido Justicialista lo tomó el Frente para la Victoria y lo hizo caducar, porque no tuvo
elecciones internas, no tuvo reunión del Consejo, no tuvo Congreso. Entonces el PJ está caduco, pero no el
sentimiento peronista; nosotros, con el Partido Fe, queremos darle la oportunidad al
sentimiento peronista”.
Gerónimo Venegas