Marisa Sánchez, quien tiene a su cargo el comedor Caritas Felices que funciona hace más de dos años en el barrio La Calera, salió a aclarar que no están vendiendo bonos de ningún tipo, luego de que algunos vecinos la alertaran de que una persona estaba pidiendo dinero a nombre del merendero.
“Me llamó una señora que colabora siempre diciendo que una persona pasó dos veces a venderle un bono para el comedor, de 100 y de 300 pesos. Nosotros no vendemos bonos, no queremos plata y nunca la pedimos, sólo queremos comida para los chicos y este tipo tiene que ser denunciado”, reclamó Sánchez.