El handball villamariense disfruta de una temporada con varios hechos significativos. La presencia de Manuel Fassi en un seleccionado argentino para participar del Sudamericano de Cadetes en Colombia es uno de ellos.
El jugador de CIEF viajó anoche a Buenos Aires para quedar concentrado junto al plantel que viajará este domingo a Palmira, Colombia, donde jugará el torneo continental.
Manuel Fassi, o simplemente “Manu”, nacido en Villa Nueva el 20 de agosto de 1998, jugó en Central Argentino, hasta que el equipo mutó su nombre y se convirtió en el Villa María Handball. A mediados de este año cuando esa entidad se dividió, optó por irse al CIEF, donde juega actualmente.
“Es el segundo Sudamericano que voy a jugar. La segunda vez que estoy en un seleccionado argentino, pero me pasa lo mismo que en 2012, cuando fue mi primera vez. Ahora siento que es fruto de un laburo de dos años. La otra vez fue más de golpe y entrenaba y trabajaba cada tanto. Ahora a cada región donde se hacen los torneos van los técnicos del Pro-Hand, ven cómo está uno o el otro; al que estaba mal y ahora mejoró lo llaman, por ejemplo. Luego observan lo que uno hace en las concentraciones”, le dijo ayer a EL DIARIO, poco antes de viajar a Buenos Aires.
“Este año hubo dos concentraciones en Embalse y tres en Buenos Aires, dos fueron en Almirante Brown y hubo una más en donde se realizó el último corte. Fuimos 18 jugadores y sacaban un arquero y un jugador. Los 16 que quedamos vamos a entrenar viernes y sábado en Buenos Aires”, comentó.
Pero el trabajo para llegar a ver su nombre en la lista definitiva comenzó hace casi dos años: “Arrancamos el proceso de este seleccionado apenas terminó el Sudamericano de Menores en Colombia, en 2012. Empezamos como 100 pibes, tal vez más. Había jugadores de todas las regiones, el sur, Cuyo, norte, Córdoba... Todas llevaban más de 10 chicos cada uno, tanto varones como mujeres. Entrenábamos y jugábamos partidos entre todos. En la siguiente concentración uno observaba que éramos menos, habían sacado a algunos y uno pensaba ‘mejor’. Lo que tienen de lindo estos cortes es que cuando uno pasa, uno siente que está bien”, destacó.
Sobre el trabajo realizado en cada convocatoria contó que “en cada concentración que hacíamos nos hacían un test donde nos tomaban la altura, largo de brazos, cantidad de abdominales que hacíamos por minuto, entre otras cosas, y en base a eso se hace un programa de entrenamiento para realizarlo cada uno en su casa”.
“Hace dos meses me midieron la altura y tenía 1,86 metro. Ellos miden más el salto, porque buscan gente alta que salte mucho; también distintos trabajos, como el de puntería. Hay un trabajo en el que te ponen en la mitad de cancha y te hacen tirar a un arco, que entre directamente o picando. Otro ejercicio es evaluar cuántas canchas uno hace corriendo durante seis minutos, para medir el estado físico; además hay trabajos de fuerza como extensión de brazos o abdominales”, contó.
“Algunos piensan que soy grandote, pero voy a una concentración y me encuentro con compañeros que me sacan una cabeza. Hay chicos que son apenas más altos, pero son más grandes en contextura física. Hay uno que juega en Ferro que mide 1,95 metro y un flaco que es de Río Primero, mide 2,03 metros y es zurdo. El flaco se acomoda y no da chances para poder defenderlo”.
Coincidentemente con su experiencia anterior, el Sudamericano de Menores, este torneo de Cadetes se realizará en la misma ciudad colombiana, Palmira. “Uno puede pensar que es mala suerte que te toque viajar con la selección al mismo lugar que la vez anterior, pero lo importante es que uno está en la lista, eso es lo que importa. Soy uno de los 16 del equipo”.
En cuanto a los objetivos, dijo que “para mí, es ganarle a Brasil. Hay que pisarlo. Es nuestro rival directo. En el Sudamericano anterior Brasil no fue y ganamos el torneo, pero es el rival directo porque tiene más competencia, es el que tiene más juego y tamaño de jugadores, pero creo que si le ganamos a brasileños, va a ser otro torneo”.
También contó: “Palmira está en la región de Cali. Hace mucho calor; la vez anterior tuvimos lindos días, no llovió, pero hizo mucho calor. Uno en la cancha, por ahí, no se da cuenta, pero cuando querés cambiar el aire o hacés al final el ejercicio regenerativo sentís todo el peso encima”.
Luego de la concentración con la selección, donde quedó confirmado, viajó a Córdoba y jugó junto a Pías el Campeonato Argentino de Cadetes de la categoría B, en el que fueron campeones.
“Fui como refuerzo de armado izquierdo. Ganamos todos los partidos. En algunos fuimos muy superiores, jugando todos muy bien. Jugué bien, hice varios goles y fui titular en todos los partidos. Creo que lo que marcamos la diferencia. Erramos mucho, pero defendimos impecable”, destacó.
“Me han hablado varios amigos para que me vaya a jugar a Buenos Aires, pero primero tengo que terminar la secundaria. Hay técnicos que han hablado con mi papá, pero primero tengo que estudiar. Luego veré si se da. Y estaría bueno poder jugar en alguna liga de Europa”, cuenta.
Pero ahora su pensamiento está puesto en la selección argentina. “Mi objetivo es volver con la copa. No se puede volver si no la traemos. Ya nos pasó una vez. Estos dos años de trabajo tienen que servirnos para saber por qué y para qué estamos acá. Si vamos a Colombia, vamos para salir campeones. Obvio que luego todo puede pasar y podemos perder un partido. Pero tenemos que disfrutar el torneo”.