El restaurante de la calle 25 de Mayo sigue con sus puertas cerradas y los siete trabajadores a quienes el viernes 17 de octubre les dijeron que no fueran más, siguen sin cobrar.
En el medio, se registran gestiones, pedidos y cruces verbales entre las partes. Concretamente, la madre de Santiago Martín -propietario del lugar- dijo que no había deuda salarial y que los dirigentes gastronómicos fueron “patoteros”.
Fernando Gómez, secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) Seccional Villa María, lamentó los dichos de la mujer. “Primero que ella no estuvo y mal puede hablar de lo que no vio. Pero además nos molesta sobremanera porque nadie patoteó a nadie”.
Recordó que los empleados fueron el lunes a la noche al comedor que tenía sus puertas cerradas porque fueron citados por la patronal para cobrar las acreencias. “Allí, una abogada maleducada (en alusión a Vanesa Aznar, asesora legal de Santiago Martín) me dijo que no tenía tiempo para perder y que no podía esperar a la abogada de los trabajadores”, señaló. “No patoteamos a nadie, sólo le pedimos que respetara los derechos de los trabajadores y le reprochamos que los citara sin tener soluciones”, agregó.
Por otra parte, Itatí Demarchi, letrada de los empleados, lamentó los dichos de la mujer. “Si ella considera que a su hijo le vendieron espejitos de colores, allá ella. Pero nada le hace eximir de la responsabilidad que el propietario tiene con los trabajadores. Los empleados no tienen nada que ver con las decisiones empresarias”, puntualizó.
Negó terminantemente que los salarios estén al día, ratificando que la empresa adeuda los haberes de septiembre y recordando que en los próximos días vence octubre. Cabe señalar que a ninguno les llegó el telegrama de despido, aunque el comedor sigue cerrado y en la práctica, los siete gastronómicos están sin trabajo.