María Cecilia Inestal reside hoy en Villa Trinidad, provincia de Santa Fe. Desde allí, el año pasado inició la búsqueda de su madre biológica. No tiene reparos al asegurar que “se practicó el tráfico de niños conmigo, porque mi padre adoptivo me dijo que tuvieron que poner mucho dinero para tenerme”. Indagó, preguntó y revolvió su pasado hasta saber que su nacimiento se dio en una casa en la calle Roma de Córdoba capital, con asistencia de una señora llamada Lidia F. Molina.
Cecilia -así prefiere que le digan-, tiene 44 años. Cuenta su historia por teléfono, por donde deja escapar soplos de esperanza en este intento de “cerrar mi historia”. “Estoy en las mismas condiciones que esas chicas de Villa María que están buscando a su familia”, explica, haciendo referencia al grupo “Mafalda Journade, nuestra apropiadora - Hermanas del Alma”, cuyas historias EL DIARIO ya plasmó en sus páginas.
“Nací el 9 de febrero de 1970 en Córdoba capital y fue ahí donde me crié. A los 18 años pasaron algunas cosas que me generaron dudas, como encontrar una foto de mi madre en enero de 1970 y sin panza de embarazo”, comienza a relatar.
“En base a esas dudas empecé a indagarlo a mi papá adoptivo, porque en esa época ya había perdido a mi madre adoptiva y él me contó la historia”, recuerda y lanza: “Me contó que me fueron a buscar a una casa que era tipo clínica, en la calle Roma, en el barrio General Paz en Córdoba a pocas cuadras del Hospital Italiano, a pocas cuadras de donde nacieron las otras chicas que están en la misma que yo”. “Lo hablaba con Carolina Bruzzo y nos da a pensar que a lo mejor hayan trabajado en forma de cadena estas mujeres, por la coincidencia del barrio y la cercanía”, considera.
“Mi madre tenía 16 años y era hija de un odontólogo”
Sobre su madre sabe poco, pero cree que lo suficiente como para encontrarla. “Esta mujer que atendió mi nacimiento le dijo a mis padres en su momento que mi mamá era una chica muy jovencita, de unos 16 años, oriunda de Villa María y que era hija de un odontólogo muy prestigioso y conocido en la época”, cuenta.
“Según le dijo, tuvo la presión de que me tenían que dar, incluso creo que me hicieron nacer antes de tiempo”.
Recién el año pasado inició decididamente la búsqueda. “Pasaron los años, me casé, formé mi familia, y como que no me cayó la ficha hasta hace unos meses, ahora quiero cerrar una parte de mi vida”.
Entremezclando una porción de bronca en cada palabra, repasa que el año pasado estuvo cara a cara con quien fue su partera, Lidia F. Molina. “Esa cara no me la saca nadie. Fui con fotos de mis padres adoptivos para ver si los reconocía y lo único que decía era ‘no sé, no me acuerdo’, le pregunté sobre la historia de mi madre y sólo tenía dudas. Hoy la mujer ya no vive”, explicó.
Por datos
Cecilia Inestal pide que quien pueda aportar algún tipo de datos sobre la identidad de su madre se comunique con EL DIARIO.