Comienza la época estival y con ella los problemas gastrointestinales. Muchas veces cuando se siente mal o le duele la panza dice: “Algo que comí me cayó mal”. Piensa siempre en el alimento en sí pero nunca sospecha, que más que lo que comió, es lo que no vio al ingerir ese alimento. Es muy probable que haya padecido una Enfermedad Transmitida por Alimentos (ETA).
Los alimentos son un medio de cultivo ideal para el crecimiento de ciertos microorganismos, bacterias y esporas, incorporándose a las estructuras internas del alimento durante su procesado o manipulación.
La higiene es la única garantía de mantener el alimento en buenas condiciones. La rutina higiénica debe realizarse siempre al manipular los alimentos. Hay que considerar que desde el mismo instante de su producción hasta su consumo los alimentos están constantemente expuestos a las posibles contaminaciones, ya sea por agentes naturales o por efecto de la intervención humana.
La educación en el manejo higiénico de los alimentos es fundamental para prevenirlas.
Principales recomendaciones:
1-Compra segura:
En el supermercado reducir el tiempo entre la compra y el almacenamiento de los alimentos. Dejar para el final los alimentos refrigerados y congelados.
Leer atentamente las etiquetas comprobando la fecha de vencimiento y/o consumo preferente.
2-Alimentos al agua:
Lavar siempre los alimentos que se van a consumir en crudo, verduras y frutas aunque se vayan a pelar, incluso las ensaladas listas para consumir.
No olvide limpiar los utensilios y lavar las manos con frecuencia y a conciencia. Asegúrese principalmente que los niños se laven las manos después de tocar un animal.
3-Alimentos juntos pero no revueltos:
Separe los alimentos crudos de los cocinados o listos para consumir para evitar contaminaciones cruzadas.
No olvide utilizar utensilios diferentes para carnes crudas y cocidas y lavar muy bien las superficies utilizadas.
4-Frío siempre frío:
Nunca descongelar los alimentos a temperatura ambiente, utilizar el refrigerador para evitar el crecimiento bacteriano.
No mantenga los alimentos crudos ni los recién cocinados por mucho tiempo a temperaturas entre 5º a 60º C ya que es el rango de más rápido crecimiento bacteriano. Refrigere ambos lo antes posible.
Si un alimento cocido no es servido inmediatamente, no lo deje por más de una hora a temperatura ambiente. Al recalentarlo debe lograr rápidamente temperaturas superiores a 70º C en el interior de la pieza antes de servir.
5-Crudos.. no gracias:
Evite consumir alimentos crudos como huevos, fuente principal de intoxicación por salmonella, especialmente las mayonesas elaboradas a partir de huevo; y los pescados conservarlos en la heladera no más de 2 a 3 días.
Con el aumento de las temperaturas, se celebran más comidas al aire libre, aumentando el riesgo de intoxicaciones alimentarias, debido a cierta relajación en los hábitos de higiene y el hecho de que es fácil olvidarse ciertas pautas de higiene imprescindibles, además de no disponer frecuentemente de lavatorios ni heladeras.
Es importante que durante los meses de verano se tomen precauciones en la manipulación de alimentos como carnes, aves y productos de huevos. Siempre, y en todo momento, es fundamental conservar la cadena del frío. Para ello, antes de salir, deben guardarse en la heladera portátil los alimentos que necesiten frío. Es recomendable poner la conservadora a la sombra y evitar abrirla si no es estrictamente necesario.
Aunque se está al aire libre, no debe olvidarse la importancia del lavado de manos, una de las formas más fáciles de prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. Si no accede a un lugar para hacerlo, se pueden utilizar desinfectantes para manos.
Las frutas y verduras deben lavarse con abundante agua potable y llevarlas limpias al lugar donde se tenga intención de pasar el día porque puede ser que no se tenga acceso a agua potable.
Durante la preparación de comida para asar es muy importante evitar la contaminación cruzada, algo difícil de lograr, ya que no es habitual tener acceso a tantas superficies y platos. Al cortar la lechuga para una ensalada nunca hacerlo en la tabla donde primero se cortó carne cruda, porque se puede contaminar con las bacterias provenientes de la carne. Al sacar del asador la carne ya lista para consumir no ponerla nunca en la misma tabla donde antes la habían apoyado cruda para prepararla, las bacterias presentes en la tabla sucia pueden pasar a la carne ya cocida y contaminarla. Los alimentos que sobraron deben envolverse bien y separados unos de otros en la conservadora para que no se contaminen entre ellos.
De esta manera podremos evitar contaminaciones tan peligrosas como salmonella y escherichia coli, entre otras.
Tomar conciencia y poner en práctica estas simples rutinas de higiene, aunque algunas parezcan muy obvias, son la clave para tener un verano seguro sin riesgos de intoxicaciones alimentarias.
Dra. Gabriela Demilta
Médica veterinaria
MP: 3619