"Yo estoy decidida a hacer justicia. No puedo dar nombres, pero sí voy a ayudar a que podamos terminar con esto. Hay mucho poder", dijo ayer a medios cordobeses Noemí Bongiovanni, la madre de Francisco Javier Mignola (19), el chico que murió tras una fiesta electrónica realizada el domingo a la mañana en la estancia El Silencio, ubicada en el Camino del Cuadrado, en serranías cordobesas, a 40 kilómetros de la capital provincial.

Bongiovanni pide justicia
 
Es que, según manifestó la mujer, "mi hijo estuvo pidiendo ayuda mucho tiempo porque estaba mal. Obviamente si estaba con abstinencia, practicando deporte, no podía consumir nada. No sé si en ese lugar se vende alcohol o se vende agua... no creo que sea un buen negocio vender agua. El negocio es la venta de drogas. Mi hijo fue víctima de esto", expresó Bongiovanni en diálogo con radio Mitre Córdoba.
Efectivamente, Francisco  estaba en un período de abstinencia por el consumo de drogas, problema por el que ya había sido tratado. Por tal motivo, sus padres lo monitoreaban telefónicamente y afirman que se comunicaron con el por última vez a las 2 de la madrugada del domingo.
"Nos escribimos hasta las 2 de la mañana por Whatsapp... Dijo que iba a ir a un boliche; él ya pensaba volver a casa, pero fue a esa fiesta. Ahí ocurrió lo que ocurrió", explicó la madre del infortunado adolescente.
Doce horas después de aquel último mensaje y  tras haber pasado por la fiesta electrónica en la estancia El Silencio, el chico falleció  en el Hospital Municipal de La Falda de un paro cardiorrespiratorio.
Bongiovanni afirmó a la prensa capitalina que su hijo  pasó mucho tiempo hasta que recibió ayuda sufriendo convulsiones causadas, presumiblemente,  por el consumo de sustancias prohibidas en el evento bautizado “Amnesia”.
Cabe consignar que el lugar en el que se realizó la fiesta en cuestión no estaba autorizado para celebrar ese tipo de eventos y la mujer afirma que no había ambulancias.
"Mientras convulsionaba, le robaban la ropa, le robaban las zapatillas. No había ambulancias como hay en los recitales grandes de Córdoba", detalló Bongiovanni y cuestionó: "Supongo que esa estancia tiene un dueño, supongo que la Policía sabía porque se hizo presente en el lugar y dijo que estaba todo bien y mi hijo estaba muerto. Tanto la Policía como los organizadores y los dueños del lugar se tienen que hacer cargo de esta situación. Tienen que terminar estas cosas", expresó.
Bongiovanni aseguró que  iniciará acciones legales contra los organizadores de la fiesta, la Policía de Córdoba, el Estado provincial y los encargados de la estancia, pues responsabiliza a todos ellos por la  falta de controles en el establecimiento.
"Mi hijo estaba convulsionando cuando se descompuso, nadie le dio asistencia, no había un médico, no había servicio de emergencia, no había nada. Nadie controló, no hay controles para este tipo de fiestas, no puede ser que esto suceda", aseguró.

 Un cumpleaños

Varias fuentes indicaron que la fiesta “Amnesia” no contaba con ningún tipo de habilitación. Por su parte, los responsables de la estancia El Silencio expresaron que, efectivamente, habían alquilado el predio, pero para la realización de un cumpleaños.
“Alquilé el lugar a dos personas que me dijeron que iban a festejar su cumpleaños. En ningún momento me dijeron que era una fiesta”, dijo María Arnau, encargada del lugar.
Al parecer,  el alquiler de la estancia se concretó a las 8 de la mañana del sábado, bajo promesa de reintegrar las llaves a las 17 del domingo, cosa que, aparentemente, no se cumplió ya que, hasta la tarde de ese día, permanecían en el lugar alrededor de 50 personas.
 
La causa

La causa en la que se investiga el deceso de Francisco Javier Mignola quedó en manos del fiscal Ernesto Aragón, quien afirmó ayer que, por el momento, "no se puede afirmar la existencia de un delito".
A la espera de que se amplíen las pericias, incluida la autopsia, el funcionario judicial aseguró que el informe preliminar de ese estudio indica que el deceso se produjo por una "insuficiencia cardíaca". No obstante, falta por conocerse un informe médico sobre posible consumo de drogas.