Estela Rinaldi y Ricardo Tosi pidieron ayer verbalmente en la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno de Villa María la exhumación del cadáver de su hijo Franco, asesinado el 27 de abril de 2013.
La noticia fue dada a conocer por los progenitores de la víctima en una conferencia de prensa realizada en la mañana de la víspera en la Medioteca Municipal Mariano Moreno de Villa María, en la que estuvieron acompañados por integrantes del Movimiento Evita, grupo que viene estando a su lado desde poco después del trágico suceso registrado en Carrilobo el año pasado.
Los papás informaron que si bien se hizo el pedido de exhumación del cuerpo de manera verbal, el 12 de noviembre próximo lo solicitarán por escrito a la fiscal Silvia Maldonado, quien tiene a su cargo la investigación del crimen.
Precisamente, sobre la tarea de la fiscal cayeron elogios ayer. “Hubo una investigación intensa por parte de la doctora Maldonado, pero, hasta el momento, no se ha llegado a nada. La causa permanece sobre su escritorio, es decir, trabaja en el tema, pero no se puede hacer nada sin datos de testigos”, evaluó Estela.
“Ha sido un asesinato muy complejo, por el lugar, por la hora. Mi hijo no peleó con nadie, nadie lo provocó”, ratificó la mujer.
Como se conoce, el joven de 33 años apareció muerto en el cementerio de Carrilobo con un fuerte golpe en el cráneo.
Franco Tosi era oriundo de Cañada de Gómez, Santa Fe, pero al momento de su muerte estaba radicado temporalmente en Pozo del Molle, donde trabaja para una empresa de su localidad de origen dedicada a la cosecha gruesa. En la noche previa a su aparición sin vida, había llegado hasta Carrilobo para participar de un baile del grupo cuartetero Banda XXI al que concurrió junto a su patrón.
“Móvil pasional”
Los papás de Franco reiteraron en la víspera que sospechan que el crimen tuvo un móvil pasional. “Sabemos que lo hizo alguien con poder por el círculo cerrado y hermético que se ha generado luego en la ciudad”, sostuvo la madre en su contacto con los medios de comunicación en la Medioteca villamariense. “Sigo sosteniendo que es por causa de una mujer, cada día que pasa lo siento más, ha sido un tema pasional”, agregó.
En tanto, Ricardo comentó que en una de las marchas que se hicieron para pedir justicia, “un hombre mayor se me acercó y me dijo que sabe quién fue, pero ese señor se me escabulló entre la gente y no lo vi más”.
“La testigo o el testigo que lleva esa carga durante todo este tiempo en algún momento se deberá quebrar”, interpretó Estela.
“Estamos como al comienzo, no hubo avances específicos, no hubo imputados, hay un montón de involucrados y, a su vez, no hay nadie. Yo apunto a la Policía: si no fueron los culpables, colaboraron a que me lo mataran, no lo supieron cuidar”, expresó Estela. Y añadió: “No lo llevaron a Pozo del Molle como hicieron con muchos estudiantes, ¿por qué lo discriminaron y lo dejaron ahí? Lo dejaron a merced de los asesinos”.
“Vinimos a horas de haber sepultado a nuestro hijo y ya habían baldeado todo, no preservaron la escena. Lo habían tenido tirado más de 10 horas, ¿con qué fin?”, se preguntó.
“Lo asesinaron de manera atroz, indignante. Sufrimos horrores por esta causa. Mi hijo será el testigo de su asesinato, es la última posibilidad que nos queda de encontrar al autor”, agregó.
“Ahora nos ha atendido el doctor Alloco y nos dio su apoyo, lo que nos da un fuerte aliciente para seguir”, comentó, y confirmó que no volverán a realizar otra movilización ciudadana. “Ya no le encontramos sentido. El pueblo medianamente se involucró en acompañarnos y sentimos que hay cierto temor en la gente”, argumentó.
Ayer hubiese cumplido años
Franco hubiese cumplido ayer 35 años, por eso, “en su honor y por amor, vinimos a la Fiscalía y trajimos regalos y alimentos a los niños del merendero de Villa Nueva que lleva su nombre”, contaron los padres.
“Es como regalarle a nuestro hijo algo que no podemos darle”, dijo ella. Luego agradecieron a Héctor Vale, Patricia Yangüez, Guadalupe Vázquez, Andrés Guzmán, Daniel Massara, a la Campaña contra la Violencia Institucional, a Stella Clerici -intendenta de Cañada de Gómez- y a Luis Leiva, entre otros, por el permanente acompañamiento “en esta lucha intensa que lleva un año y medio”.